Los delegados occidentales dejaron claro que la “igualdad de género” incluye la ideología homosexual y transgénero y mucho más en el Foro de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible que concluyó la semana pasada.
“Los marcos basados en el género no solo son esenciales para comprender las desigualdades que afectan a las mujeres y las niñas en toda su diversidad. También son esenciales para desmantelar y deconstruir los sistemas de masculinidad violenta y tóxica”, dijo Víctor Madrigal-Borloz, durante la cumbre anual que revisa el progreso en los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas.
Madrigal-Borloz, el «experto independiente» de la ONU sobre la violencia y la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género, también considerada como el Zar LGBT de la ONU, fue elegida por los países occidentales para expresar sus puntos de vista completos sobre el género en el día reservado para el debate. Objetivo de Desarrollo Sostenible 5 sobre igualdad de género.
Madrigal-Borloz explicó que la integración de las cuestiones homosexuales y transgénero con “género” se está logrando a través de políticas nacionales e internacionales que incluyen “marcos interseccionales” que se dirigen a “las mujeres en toda su diversidad”.
Los países tradicionales, como suele ser el caso, no respondieron abiertamente a estas provocaciones durante la cumbre de dos semanas, pero se aseguraron de que el resultado de la Cumbre no hiciera ningún progreso para la ideología homosexual y transgénero. Aunque el resultado incluyó lenguaje sobre “salud sexual y reproductiva” en un párrafo independiente por primera vez, el párrafo simplemente copió acuerdos anteriores de la ONU, sin agregar ningún enfoque sobre la autonomía sexual.
Un comunicado presentado por la delegación estadounidense denunció que el acuerdo final de la cumbre “no abordó más explícitamente” temas relacionados con la autonomía sexual y la ideología de género. Y los delegados de Noruega, Suecia, Finlandia, Bélgica y otros países occidentales reflejaron estos mismos sentimientos durante la cumbre.
Por otro lado, la Santa Sede hizo un llamado a los países para que aprecien el “genio femenino” único y el importante papel que desempeñan las mujeres en la familia. La Santa Sede también denunció la “sutil discriminación contra la maternidad” que enfrentan las mujeres en la sociedad.
“Género” es un término que ahora es omnipresente en los acuerdos de la ONU a pesar de que los países difieren mucho sobre cómo entienden el término. Para los países tradicionales, “género” es solo otra palabra para “sexo”. Se refiere a hombres y mujeres, y nada más. Esta es la definición de género consagrada en el derecho internacional a través del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. En consecuencia, para los países tradicionales, la igualdad de género significa brindar a las mujeres las mismas oportunidades en la sociedad que a los hombres.
Para los países occidentales, “género” significa mucho más que la igualdad entre hombres y mujeres en la sociedad. Representa una transformación de la sociedad de las costumbres sexuales basadas en el matrimonio y la formación de la familia a la independencia sexual y la autonomía divorciada de la responsabilidad hacia la familia.
Para lograr esta transformación de género, la actividad sexual fuera del matrimonio, incluso para los niños, se celebra como una forma de emancipación de las normas familiares tradicionales. Y también lo es la actividad sexual que divorcia el sexo de la reproducción a través del aborto y la anticoncepción, así como las normas sexuales que niegan la realidad biológica de hombres y mujeres como, por ejemplo, la homosexualidad y la ideología transgénero.
De acuerdo con esta lógica, Madrigal-Borlo hizo un llamado a los países para que brinden acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva y empoderen a los niños a través de una educación integral en sexualidad y género.
NEW YORK.
c-fam.
