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El obispo de Haifa y Jerusalén, Moussa el-Hage, fue arrestado temporalmente mientras regresaban al país.
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Le incautaron el pasaporte y el teléfono móvil, así como el dinero que le habían confiado las familias de los libaneses que huyeron en 2000.
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La disposición arrestarlo fue de ordenada por un magistrado cercano al movimiento proiraní Hezbollah, que no respondió a los llamamientos del patriarca maronita por un jefe de Estado «por encima de los partidos».
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El Nuncio declara: se trtata de un precedente preocupante.
El arresto temporal del arzobispo de Haifa y Jerusalén (Tierra Santa), Moussa el-Hage, ocurrido en la sede de la Seguridad General en Nakoura, en el sur del Líbano, despertó una intensa indignación en la comunidad maronita, mientras el prelado regresaba al país por tierra. Tanto la oportunidad como el carácter inédito del caso dan la impresión de que Hezbollah quería enviar un mensaje al patriarca maronita Béchara Raï, dejando en la opinión pública el sabor amargo de una explotación de la justicia con fines políticos. En declaraciones a la televisión local, el nuncio apostólico en Líbano, Mons. Josef Spiteri, calificó el episodio como un precedente «peligroso».
El arzobispo maronita, procedente de su sede episcopal en Haifa, fue detenido por la Seguridad General en el paso fronterizo de Ras Naqoura, reservado para eclesiásticos y cuerpo diplomático. Al llegar a las 11.30 horas escoltado como de costumbre por un destacamento de la Fuerza Internacional de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas (FPNUL), el obispo fue sometido a largas horas de interrogatorio sobre sus relaciones con la comunidad libanesa que había huido a Israel tras la retirada del ejército israelí de franja fronteriza que controló hasta mayo de 2000. Sólo pudo continuar su viaje gracias a la intervención del patriarca maronita y de las máximas autoridades judiciales del país. Sin embargo, fue citado para hoy ante el tribunal militar.
Según fuentes fidedignas, Seguridad General confiscó el pasaporte y el celular del prelado, a quien se le prohibió viajar. Tras un minucioso registro de sus efectos personales, también se le confiscó el dinero que le habían confiado los libaneses huidos a Israel (unos 485 mil dólares) y una gran cantidad de medicamentos que también transportaba para sus familiares en el Líbano.
El vehículo fue interceptado sobre la base de una orden de arresto emitida por el juez militar de instrucción, Fadi Akiki. Casado con la sobrina de Nabih Berry, presidente de la Cámara y líder del movimiento Amal, Akiki controlaba remotamente el interrogatorio desde Beirut. El obispo protestó enérgicamente contra la detención alegando que su misión era puramente humanitaria y consistía en permitir que las familias separadas por la guerra se mantuvieran en contacto, con la esperanza de poder regresar algún día al país y registrar el nacimiento de sus hijos (derecho de que son privados, pero que es esencial para la sucesión).
El jeque druso Akl Sami Aboul Mouna se puso en contacto ayer con el patriarca Rai para informar del incidente. De hecho, una parte importante del dinero confiscado por la Seguridad General estaba destinada a familias drusas.
En consideración a la gravedad de los hechos y después de escuchar el testimonio del obispo el-Hage, el patriarca maronita decidió ayer posponer su respuesta a este incidente sin precedentes, a la espera de la reunión de hoy del Sínodo maronita restringido. Para Bkerke, el incidente es un grave alejamiento de las reglas éticas que siempre han regido las relaciones entre el Estado libanés y la Iglesia maronita, y delata una preocupante deriva en el curso de la justicia. El patriarca maronita también habría pedido al obispo que no respondiera a la convocatoria del tribunal militar.
El incidente tiene todo aire de eminentemente político, en un contexto en el que el patriarca maronita multiplica sus críticas a Hezbolá, insistiendo en invocar un perfil «por encima del partido» para el próximo jefe de Estado. Esta condición excluye de la carrera presidencial tanto al líder de Marada, Sleiman Frangié, como al líder del Movimiento Patriótico Libre, Gebran Bassil, los dos actuales «caballos» del partido proiraní.
Por Fady Sustantivo.
BEIRUT, Libano.
asianews.