- Inversión de papeles entre pastores y ovejas: las ovejas acaban desempeñando el papel de pastores, en la elección de sus propios pastores; tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI habían advertido contra la clericalización de los laicos, dándoles roles y ministerios que pertenecen en cambio a los ministros sagrados.
- El problema de las tres mujeres (una laica) elegidas por el Papa en el Dicasterio de los Obispos no es de habilidades y competencias, sino de orden sagrado.
- ¿Una maniobra descuidada para «modernizar» la Iglesia o un paso más hacia el sacerdocio femenino?
Cuota rosa al Dicasterio para los Obispos. Tras el nombramiento, en noviembre del año pasado, de sor Raffaella Petrini, de las Hermanas Franciscanas de la Eucaristía, como secretaria general de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, ha llegado el momento de nombrar a tres mujeres como miembros del Dicasterio de los Obispos. .
El Papa había anticipado el nombramiento de dos damas , una semana antes, durante una entrevista con Phil Pullella de Reuters (ver aquí). Pero, como sabemos, no hay dos sin tres; y así quedan tres mujeres que compartirán con los demás miembros, todos obispos (y un abad), la responsabilidad del nombramiento de obispos, así como de la constitución, agrupación o supresión de iglesias locales y la erección de militares o personales. Los ordinariatos, tareas propias del dicasterio presidido por el cardenal Marc Oullet.
Además de sor Raffaella Petrini ya en carrera , la cuota rosa se nutrirá también de la presencia de la Superiora General de las Hijas de María Auxiliadora, sor. Yvonne Reungoat, y por la socióloga argentina Maria Lia Zervino, Presidenta de la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas y perteneciente al Ordo Virginum . En general, la noticia fue recibida como un signo de la apertura de la Iglesia católica hacia las mujeres y el reconocimiento de su contribución única.
También se ha señalado correctamente que estos tres nombramientos están en la línea de las indicaciones de reforma de la Curia romana, expresadas en la Constitución Apostólica Praedicate Evagelium , publicada el 19 de marzo pasado.
Es el § 10 el que favorece la presencia de laicos en los diversos dicasterios de la Curia , debido a que, dicen, “el Papa, los obispos y demás ministros ordenados no son los únicos evangelizadores en la Iglesia”. La Constitución subraya que «todo cristiano, en virtud del bautismo, es discípulo-misionero» en la medida en que ha encontrado el amor de Dios en Cristo Jesús « «. Por eso, en el proyecto de actualización de la Curia, “debe preverse la implicación de los laicos, incluso en funciones de gobierno y responsabilidad”, cuya presencia se considera incluso “imprescindible”.
Hay un aunque.
Y Fr. Gerard Murray , sacerdote de la archidiócesis de Nueva York y canonista (ver aquí , min.6: 46-8: 06) decía esto: «La presencia de laicos en la Congregación de Obispos es un gran problema. Los obispos en la Congregación sugieren al Papa los candidatos a ser promovidos a obispos y lo hacen sobre la base de compartir el gobierno de la Iglesia, como asesores del Papa, siendo ellos mismos obispos”.
Fr. Murray explica que, sin embargo, ahora con las designaciones papales se produce una inversión entre pastores y ovejas: las ovejas acaban desempeñando el papel de pastoras en la elección de sus propios pastores; tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI habían advertido contra la clericalización de los laicos, dándoles roles y ministerios que pertenecen en cambio a los ministros sagrados.
El gobierno en la Iglesia sólo puede ser ejercido legítimamente por los pastores , que se hacen tales por la ordenación sacramental. No se trata fundamentalmente de habilidades y competencias, sino del orden sagrado.
En la Audiencia Generaldel 26 de mayo de 2010, Benedicto XVI explicó que la palabra «jerarquía» significa «»origen sagrado», es decir: esta autoridad no proviene del hombre mismo, sino que tiene su origen en lo sagrado, en el Sacramento; por tanto, somete a la persona a la vocación, al misterio de Cristo; hace al individuo siervo de Cristo y sólo como siervo de Cristo puede gobernar, guiar por Cristo y con Cristo”.
Es este principio sagrado el que crea al pastor; y el pastor lo es “precisamente por guiar y guardar el rebaño, y a veces por impedir que se disperse. Fuera de una visión clara y explícitamente sobrenatural, no se comprende la tarea de gobernar propia de los sacerdotes”.
No es casualidad que el capítulo IV del Código de Derecho Canónico , dedicado a la Curia romana, se inserte no sólo en la segunda parte relativa a «la constitución jerárquica de la Iglesia», sino incluso en su primera sección, titulada «la suprema autoridad de la Iglesia». Los Dicasterios de la Curia Romana son órganos de gobierno de la Iglesia; y especialmente la de los obispos. Ahora bien, dado que el gobierno de la Iglesia pertenece a los pastores y dado que uno entra en la jerarquía de la Iglesia por el orden sagrado, el nombramiento de laicos para funciones de gobierno en la Iglesia no puede dejar de plantear más que un interrogante.
¿Será una maniobra descuidada para «modernizar» la Iglesia , correspondiente a la creciente petición de dar más espacio a las mujeres? ¿O que es un paso más para avanzar en la dirección del sacerdocio femenino, mientras se otorga sin ordenación lo que solo se puede conferir con ordenación?
Por LUISELLA SCROSATI.
VIERNES 14 DE JULIO DE 2022.
CIUDAD DEL VATICANO.
LANUOVABQ.
