“Salía yo de San Bartolo Yautepec rumbo Quiegolani a llevarle ropa a los indígenas que pasaban el invierno con temperaturas bajo cero cuando me perdí. En un camino vi a un viejecito con su burro cargado de leña, le eché un grito, me quedó mirando y como a un metro y medio me dice señalándome: ‘Arturo, mi obispo’, ¡qué alegría!, hasta se me olvidó por qué lo había llamado”, recuerda el Obispo de los Pobres, Arturo Lona Reyes.
Este 15 de agosto, el Obispo Emérito de la Diócesis de Tehuantepec cumple 68 años de haber sido ordenado sacerdote y 49 años consagrado como Obispo de Tehuantepec. A sus 94 años lleva siempre presente la anécdota que lo enorgullece y de la cual sacó una enseñanza: “luego de que me recuperé del gusto, le dije ‘oye, voy a Quiegolani’; me respondió ‘si vas por este camino nunca vas a llegar: es un río seco’ y señalándome hacia arriba me indicó el camino. Los pobres enseñan el camino, por eso siempre he dicho que los pobres nos evangelizan”.
Entrevistado vía telefónica desde su aislamiento como medida preventiva ante la contingencia del Covid-19, “en mi catedral de cuatro por cuatro”, responde con buen ánimo que se encuentra en buen estado de salud y “muy agradecido con el padre Dios que eligió a este pecador para ser Obispo”.
Admira al Papa Francisco
Recuerda que fue consagrado Obispo de Tehuantepec el 15 de agosto de 1971 por el Papa Paulo VI, “que ya está canonizado, fue uno de los teólogos más profundos de la iglesia porque clausuró el (concilio) Vaticano Segundo, terminó lo que empezó Juan XXIII”.
Se le pregunta cuál es el Papa que más admira y responde que el actual Papa Francisco “tiene todo el espíritu de San Francisco de Asís: sencillo, alegre, vive la pobreza evangélica, no en la miseria, y no lo anda presumiendo, él vive su vida como lo vivió allá en Buenos Aires cuando era Arzobispo Cardenal”.
Dice que cuando puede ve sus homilías por televisión, las que elogia como “breves sencillas, profundas, siempre con un sentido social con la esperanza de un proceso de cambio social; él lo ha dicho claro: ese proceso empezó desde abajo o sea desde los pobres hacia arriba, abajo donde están los auténticos valores para perfeccionar la plenitud de la fe”.
El Obispo que durante el papado de Juan Pablo II fue bloqueado por la Curia Romana por su fidelidad a la Teología de la Liberación, dijo que envió una carta al actual Papa informándole que en la zona mixe, en Jaltepec, existe una universidad jesuita la que le fue contestada por Francisco, “le dio mucho gusto, ya ve que es jesuita también”.
Ante la pandemia del COVID-19 que ha traído muerte en la comunidad istmeña dijo que hay que tener una actitud positiva “hay que ser optimistas, hay que tener ánimo para Juchitán y Salina Cruz en donde más muertes ha habido; en las misas he insistido que como creyentes nuestro papel es orar, pedir sabiduría para los científicos que están partiéndose el alma para una vacuna”.
Con casi media década como Obispo de Tehuantepec dice que su “mayor orgullo son los pobres, los pobres son mi opción, ellos me enseñaron el camino, a amar a los demás, a estar con ellos”.