Luego de una larga y fructífera trayectoria artística, nacional e internacional, salpicada de experiencias en la función pública, Armando Arcos Suárez “El João”, se enteró el 4 de enero de 2020 que tenía cáncer.
«Esta canción se la hice a la Virgencita de Guadalupe, como agradecimiento de haberme sanado de mi enfermedad».
– El João
Mi hermano Monchi me llevó a la Villa y ahí monseñor Monroy me encomendó a la Virgen de Guadalupe,
revela.
Acabo de ir al doctor el lunes 29 de junio y me dijo que estoy totalmente curado, que realmente no necesito ya las quimioterapias,
expresa.
Es una mujer extraordinariamente maravillosa, y digo es, porque está viva, porque está entre nosotros,
añade.
El vocalista del famoso grupo veracruzano “Los João”, que integró con su hermano Filemón “Monchi” Arcos Suárez, el 24 de febrero de 1967, se cimbró. “Realmente me preocupó mucho. Cuando escuchas la palabra cáncer es algo impactante”, comenta en entrevista.
No fumo, no tomo y empecé a sentirme mal, a ponerme amarillo, como de un mal hepático. Fui al doctor, me hice análisis y el resultado fue un pequeño tumor en las vías biliares,
añade.
De pronto, en la cumbre del éxito, a don Armando Arcos Suárez le pasaron todas sus vidas por la frente, desde su niñez en Xalapa, sus viajes por el mundo, hasta los momentos actuales en su apacible residencia de León, Guanajuato.
Cuando supo de esta fatal enfermedad, quizá pensó en la letra de aquella canción que los hizo famosos y que se bailaba en todo el mundo: “Oye, abre tus ojos, mira hacia arriba, disfruta las cosas buenas que tiene la vida”.
“Un descanso en el camino, una botella de vino, un suspiro, una mirada, una alegre carcajada, una cara en un espejo, un amigo un buen consejo, un viaje en barco velero, aunque no llegues primero, un caballito cerrero que no corra por dinero, un palmar un riachuelo, un pedacito de cielo. Mira bien alrededor y verás que hay cosas buenas, que la vida es un amor, olvídate de tus penas”.
Preocupado, le contó a su hermano “Monchi” y éste lo llevó a La Villa de Guadalupe, con Monseñor Monroy, quien lo ungió a los pies de la Virgen María de Guadalupe, oró por él y lo encomendó para que todo saliera bien de una operación que tendría el 26 de enero.
Antes de que le diagnosticaron el mal, el vocalista de “Los João” ya había pasado por diversos procedimientos médicos: le quitaron la vesícula, tuvo tres operaciones y los síntomas seguían apareciendo. Ya en la cuarta operación la biopsia reveló el tumor cancerígeno.
Encomendado a la Virgen de Guadalupe, la hospitalización por la cirugía del 26 de enero concluyó el 24 de febrero, “fueron 33 días de estar hospitalizado, rezando y confiando en la mano de Dios, del señor Jesús, primero que nada y de la intercesión de mi Virgen María de Guadalupe”.
Después de esa unción me fui a hacer unos estudios en donde te ponen alto contraste y sucedió que nomás apareció un pequeño tumorcito, pero que en general yo estaba limpio, estaba totalmente limpio, gracias a la Virgen de Guadalupe que me protegió con su manto y me hizo ese milagro,
añade emocionado.
La operación fue muy difícil. El doctor interviene en toda el área abdominal y va removiendo páncreas, el hígado, el estómago y los intestinos delgado y grueso. Me los volvieron a conectar después de quitarme ese tumorcito y afortunadamente, acabo de ir al doctor el lunes 29 de junio y me dijo que estoy totalmente curado, que realmente no necesito ya las quimioterapias que originalmente me habían programado, así es que estoy convencido, más que nunca, que la Virgen de Guadalupe hace milagros, está aquí con nosotros, está en la Villa de Guadalupe y vive para estar con nosotros,
expresa.
–¿Usted le hizo una promesa a la Virgen?
Sí, yo le dije: virgencita linda, te prometo que si me curas de esto, voy a ser uno de los principales promotores de ti, de tu imagen, de tu milagro, de tu presencia, siempre constante aquí en la Villa de Guadalupe.
La devoción mariana del João no es de ahora. Armando Arcos Suárez cuenta que durante su carrera artística ha tratado con muchas personas y algunos de ellos protestantes, quienes atacan mucho a la Virgen María.
Así, ha tenido que explicar la cercanía de la madre de Jesús entre los hombres, en las diversas advocaciones que posee, ya sea como la Virgen de Fátima o la Virgen de Medjugorje.
Sólo hay una Virgen y se llama Virgen María. A nosotros se nos apareció aquí como nuestra Tonantzin Guadalupe. Se apareció en el Cerro del Tepeyac en 1531, cuando a Juan Diego le dijo que quería que ahí en ese cerro del Tepeyac se erigiera su parroquia, entonces pues esto ha hecho que tantos años, desde 1531 a la fecha, ha realizado no uno, sino millones y millones de milagros.
Encarrerado, don Armado comenta que la historia de México está ligada a la virgen María de Guadalupe:
En la Independencia la tomó como bandera nuestro querido Miguel Hidalgo; luego José María Morelos y para más muestra, Guadalupe Victoria, cuyo nombre real era José Miguel Ramón Fernández y Félix. Ellos han creído y han sentido la presencia, igual que yo, de la Virgen de Guadalupe a través de estas apariciones.
Por ello, añade, se comprometió con ella, a ser promotor de este milagro que hizo, al darle la salud, para seguir disfrutando las cosas buenas que tiene la vida, como dice la canción del grupo musical.
Ahora creo firmemente en ella. Antes, confieso que no rezaba el Rosario y ahora lo hago todas las tardes con mi esposa, caminando aquí en el fraccionamiento y realmente me siento inmensamente feliz.
—Mientras muchas personas se debaten entre la vida y la muerte, por el COVID-19, a usted la virgen le concede este milagro de poder extender su vida más tiempo…
Es correcto. Yo creo que debemos unirnos en oración, porque la oración es poderosa. Hace muchos años en Portugal, todos se unieron a orar para evitar que entraran la guerra y entonces la Virgen de Fátima les concedió la paz por medio de la oración de todos ellos.
Tuve oportunidad de visitar a la Virgen de Fátima allá en Portugal y sentí su presencia, igual en Medjugorje. Allá sentí que la Virgen me decía ¿y por qué vienes tan lejos, si yo vivo allá contigo, en el cerro del Tepeyac, soy la Virgen de Guadalupe para ti? Entonces todo eso lo he sentido en estos tiempos y por eso es que soy actualmente un ferviente admirador y promotor de la Virgen de Guadalupe.
—Estuvo usted en una situación límite de la vida, a punto de que se terminara todo y sintió que la virgen lo rescató…
Definitivamente así fue. Claro que de la mano de Dios. Fue ella, con su intercesión ante su hijo, Jesucristo, porque allá en Medjugorje siempre lo dijo en sus mensajes: me vienen a ver a mí, pero realmente yo estoy en la Eucaristía, mi hijo está allá, vayan a ver a mi hijo, está en la Eucaristía, o sea ella siempre presentando su humildad ante Dios nuestro Señor y ante Jesucristo, su hijo. Es una mujer extraordinariamente maravillosa, y digo es, porque está viva, porque está entre nosotros,
comenta enfático.
Al João Armando Arcos, le recuerdo la frase que citó en su libro “Armando Recuerdos”, publicado en 2015. Es de Charles Chaplin y dice:
La vida es como una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.
Comenta que hoy más que nunca, al ver de cerca la muerte, está más que nunca convencido de esa frase que citó en su libro:
Sí, la cité hace 5 años y con la admiración de Charles Chaplin, porque está relacionado al espectáculo que tenemos nosotros, que bueno, la vida no termina, hay que estar listos antes de que el telón baje y no podamos hacer las cosas.
Al concluir la conversación, Armando Arcos Suárez pide a todos los mexicanos y a todo los habitantes del mundo a unirse en oración para salir de esta pandemia.
Ella nos va a escuchar, la Virgen María está con nosotros, la Virgen de Guadalupe está presente y nos va a escuchar y vamos a salir, vamos a salir porque el milagro existe,
concluye.
Con información de: Miguel Valera / Arquidiócesis de Xalapa