Según ISHR, es de temer que la dictadura china no se adhiera a las obligaciones del acuerdo a largo plazo. «El gobieron de Beijing ya ha demostrado estar incumpliendo descaradamente lo que había pactado para Hong Kong», advirtió el presidente de la organización, Edgar Lamm.
Silencio cómplice del Vaticano
El silencio del Vaticano sobre las violaciones de derechos humanos cometidas por China también debe ser condenado, según la ISHR. El acuerdo no solo significa allanar el camino para que el gobierno de Beijing tenga un control total sobre los cristianos católicos en China. También es un ataque de todas las personas perseguidas por Beijing por su religión, dijo la organización.
En septiembre se cumplirán dos años del acuerdo entre la Santa Sede y el gobierno chino. Su contenido no ha trascendido a la opinión pública. La realidad es que la dictadura comunista sigue acosando y persiguiendo a los católicos, así como a los ciudadanos que profesan otras religiones.
Hace unos días, el periódico gubernamental chino Global Times dio por hecho que el acuerdo se convertirá en definitivo.
Con información de: InfoCatólica