Campeche es el primer estado mexicano en el que en 2022 los enemigos de la libertad de expresión, de la libertad religiosa y de la Iglesia católica, pretenden revivir su frustrado proyecto nacional de acallar la disidencia y uniformar el pensamiento, al amparo del supuesto combate a la “violencia simbólica”.
En efecto, Campeche está siendo convertido en el laboratorio ideológico que pretende extender al resto de la República Mexicana la Revolución Cultural que cambiará radicalmente la fisonomía de la sociedad, a partir de la intromisión del Estado en el proceso de «modificar los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres».
Es de vital importancia recordar que durante 2021 no pudieron alcanzar sus objetivos, debido a la oportuna denuncia pública en estas páginas de cómo legisladores de MORENA –en colusión con los del PRI, el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano–, aprobaron en “Comisiones” de la Cámara de Diputados, proyectos tendientes a sancionar penalmente a periodistas, a medios de comunicación, a ministros de culto religioso y a instituciones como la Iglesia, para que no pudieran manifestar sus posiciones filosóficas o doctrinales, ni expresarse críticamente acerca de la Ideología de Género, por ejemplo.
Al desvelarse la trama urdida por representantes de todos los Partidos políticos en los corrillos del Palacio Legislativo, los Obispos de la Iglesia católica —como no lo habían hecho desde la persecución callista que dio origen a la Cristiada–, levantaron su voz y cuestionaron el contubernio de los diputados.
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Así las cosas, en vista de que hace precisamente un año se vió frustrada la intentona autoritaria y anti religiosa –que penalizaría toda opinión discordante con el proyecto oficial de imponer la sodomización en México–, ahora los promotores han vuelto a la carga, sólo que mediante una modificación estratégica, que ya les ha rendido frutos en cuanto a la legalizción de los «matrimonios» entre personas del mismo sexo.
Ayer, del centro a la periferia;
hoy, de la periferia al centro
En 2021, la colusión multipartidista, llevada a cabo a espaldas de los electores y descaradamente contra la Iglesia (aún por parte de quienes se dicen «políticos católicos»), no pudo imponer las sanciones autoritarias a partir de la aprobación desde el Centro del país: Palacio Legislativo – Ciudad de México.
El procedimiento empleado era muy claro: desde el Centro, irradiar al resto de la República.
Ahora, sin embargo, la estrategia ha cambiado: van a llevar a cabo la aplicación de la Revolución Cultural, bajo el paraguas de combate a la «violencia simbólica», Estado por Estado. Es decir, de la Periferia al Centro.
Y el primer estado que han escogido es Campeche, donde precisamente en 2021 se dio una batalla heroica por parte de los católicos de la entidad en defensa de la vida y la familia.
El procedimentalismo legislativo no lo han cambiado: como lo hicieron en 2021 en la Cámara de Diputados, los primeros expositores o presentadores de la «Iniciativa» o «Proyecto», son legisladores de MORENA. Pero en Campeche –y como seguramente lo replicarán en el resto de la República bajo la estrategia «De la Periferia al Centro»– se irán sumando legisladores de otros partidos.
En Campeche, se utiliza la «Ley de Acceso de Mujeres a una Vida Libre de Violencia».
Y concretamente se presenta una Iniciativa con Proyecto de Decreto que adiciona la Fracción lV Bis al Artículo 5, el Artículo 10 Bis y el Artículo 10 Ter.
La documentación oficial que a continuación se presenta, sustenta y refrenda en forma plena la denuncia en torno a la peligrosidad de las reformas:
Claro, se acogen a la figura de los certámenes de belleza, para tratar de ganar adeptos. El mensaje de fondo se encuentra en que lo que intentan combatir son los «mensajes, valores, íconos o signos«. Es ahí donde perfilarán sus ataques para, como lo han hecho en otros países, tratar de llevar ante los tribunales a sacerdotes, teólogos o filósofos no acordes con la ideología de Género.
