Cientos de miles de personas asistieron el domingo al funeral de un destacado rabino ultraortodoxo en una ciudad del centro de Israel.
El rabino Chaim Kanievsky, de 94 años, uno de los eruditos más influyentes en la comunidad religiosa del país, murió el viernes. Nació en Pinsk, Bielorrusia, y se mudó a lo que entonces era la Palestina gobernada por los británicos cuando era niño. Fue uno de los pocos líderes que quedaron de la comunidad ultraortodoxa en Israel nacido antes del Holocausto y fue reverenciado por muchos en el mundo religioso judío.
El rabino fue enterrado en Bnei Brak, la ciudad predominantemente ultraortodoxa cerca de Tel Aviv donde vivía. Los medios israelíes estimaron que más de 350.000 personas asistieron al cortejo fúnebre desde su casa hasta un cementerio cercano.
La policía cerró varias carreteras en el área densamente poblada de Tel Aviv en Israel al tráfico durante varias horas, y se esperaba que otras vías principales quedaran bloqueadas. Las autoridades instaron al público a no ingresar al área en automóvil. El Ministerio de Comunicaciones dijo que esperaba cortes en la red celular alrededor del funeral debido al alto volumen y aconsejó a las personas que solo hicieran las llamadas esenciales.
Las imágenes aéreas del funeral mostraron enormes multitudes de dolientes, la mayoría vestidos con los trajes negros característicos y sombreros negros típicos de los hombres ultraortodoxos, llenando las estrechas calles de Bnei Brak alrededor de la casa del difunto rabino.
La comunidad ultraortodoxa insular constituye alrededor del 12% de los 9,4 millones de habitantes de Israel. Se adhieren a una interpretación estricta del judaísmo, con un enfoque en el estudio de la Torá y la observancia de la tradición. Rabinos prominentes como Kanievsky juegan un papel importante en la vida comunitaria y actúan como árbitros en todos los asuntos.
Los funerales juegan un papel clave en la vida judía tradicional, y los de rabinos importantes a menudo atraen a miles de dolientes.
Aunque no ocupó ningún cargo oficial, Kanievsky fue considerado una luminaria importante en el mundo ultraortodoxo no jasídico. Saltó a la fama pública al comienzo de la pandemia de coronavirus cuando instruyó a sus seguidores que cerrar seminarios religiosos era más dañino que el virus. Más tarde se retractó de esas afirmaciones cuando las infecciones se extendieron en Bnei Brak, densamente poblada.
La muerte de Kanievsky se publicó en las portadas de casi todos los periódicos del país el domingo, desde el liberal Haaretz hasta los diarios ultraortodoxos como Yated Neeman.
El primer ministro israelí, Naftali Bennett, dijo al comienzo de la reunión semanal del gabinete que la muerte de Kanievsky fue “una gran pérdida para el pueblo judío”. El sábado, el líder de la oposición, Benjamin Netanyahu, presentó sus respetos en la casa de Kanievsky.
JERUSALÉN, Irael.
AP.
