Ni el Episcopado Mexicano lo ha dicho oficialmente, pero la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, destapa la noticia de la visita del cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado Vaticano, un regreso inédito del número dos de la Santa Sede cuando apenas en junio pasado, visitó el país en un momento eminentemente pastoral para ordenar al nuncio Fermín Sosa en Izamal, Yucatán.
Sheinbaum publicó en su cuenta de tuiter el encuentro que tuvo con los encargados de la nunciatura apostólica en México, vacante desde enero, después del traslado del arzobispo Franco Coppola a la nunciatura de Bélgica y Luxemburgo. “Recibimos con gusto al encargado de la Nunciatura del Vaticano, Monseñor Roberto Lucchini, y a los Padres Ante Vidovic y Enzo Marchetti, para apoyar la próxima visita del Secretario de Estado de la Santa Sede, Cardenal Pietro Parolin”. En la foto, está igualmente Alfonso Suárez del Real, jefe de a oficina de la Jefa de Gobierno, quien también compartió en tuit de este encuentro.
Aunque no se han dado mayores detalles de la visita del cardenal Parolin, uno de los principales objetivos sería la ordenación episcopal del segundo diplomático vaticano de origen mexicano, Javier Corona Herrera, designado nuncio apostólico para el Congo y Gabón en febrero pasado por el Papa Francisco. El obispo Rafael Sandoval Sandoval, a través de un comunicado del 7 de febrero de 2022, dio a conocer que Corona Herrera manifestó su deseo de ser ordenado en Autlán, región del Estado de Jalisco de la cual es originario el nuevo nuncio, sin haber hecho específica fecha alguna.
En marzo de 2021, Francisco designó al yucateco Fermín Sosa como nuncio en Papúa Nueva Guinea. El 16 de abril, Gustavo Rodríguez Vega, arzobispo de Yucatán, anunció la consagración episcopal de Sosa, el 19 de junio en el santuario de Izamal. En esta perspectiva, la ordenación de Corona Herrera podría efectuarse a finales de abril o principios de mayo en la diócesis de Autlán, sufragánea de la arquidiócesis de Guadalajara.
Nuevamente, la visita del cardenal Parolin viene a dar un especial empuje a las relaciones entre México y la Santa Sede. En primer lugar, está pendiente la designación de un nuevo nuncio apostólico, el séptimo desde el restablecimiento de las relaciones entre ambos estados en 1992. Parolin tendrá en cuenta este eventual nombramiento especialmente por los momentos en los que México debe renovar el estado jurídico de estas relaciones y afrontar los nuevos desafíos que implica la modernización del marco jurídico de las iglesias a 30 años de las reformas constitucionales y legales.
En segundo término, pero no menos importante, es la ordenación episcopal misma de un diplomático vaticano, singular deferencia para México más aun cuando, en tan solo unos meses y a pesar de los riesgos de la pandemia, Parolin estuvo en Yucatán en un momento crítico de contagios, además de haber sostenido encuentros con las autoridades del gobierno federal y con Claudia Sheinbaum con quien se encontraría nuevamente. Igualmente, es oportuno recordar la presencia del cardenal Leonardo Sandri como enviado especial del Papa Francisco en ocasión del bicentenario de la independencia de México.
El nuevo nuncio para el Congo y Gabón, Javier Herrera Corona, nació en Autlán de Navarro, Jalisco, México el 15 de mayo de 1968. Ordenado el 21 de septiembre de 1993 fue incardinado al clero de la diócesis de Autlán. Entró al servicio diplomático de la Santa Sede el 1 de julio de 2003 y prestó sus servicios en las representaciones en Pakistán, Perú, Kenia, Gran Bretaña y Filipinas.
Por Guillermo Gazanini Espinoza
