Este lunes 3 de agosto se cumplen 49 años de la ordenación como obispo de monseñor Francisco Villalobos Padilla, a quien en 1971 le fue otorgada dicha investidura por la oración consagratoria del entonces titular de la Diócesis de Saltillo, don Luis Guízar Barragán, en la Catedral de Santiago.
Cabe destacar que el hoy obispo emérito de Saltillo, a sus 99 años, es el prelado más longevo de México.
Monseñor Villalobos nació en Guadalajara, Jalisco el 1 de febrero de 1921, siendo el noveno de trece hijos del matrimonio conformado por don Carlos Villalobos (+) y doña María del Refugio Padilla (+).
Ingresó al seminario sin haber cumplido aún los 18 años, en tiempos de la persecución religiosa en el país. Sobresaliente en estudios, posteriormente fue enviado a estudiar a Roma y el 14 de abril de 1946, en Guadalajara, recibió la tonsura, el 18 del mismo mes las Ordenes Menores de ostiario y lectorado, y el 20 el Acolitado y el Exorcistado.
Luego, en Roma, Italia recibió el Subdiaconado el 27 de marzo de 1948 y el 18 de diciembre de 1948 recibió el Diaconado, siendo finalmente ordenado presbítero el 2 de abril de 1949.
Fue alumno del Colegio Pío Latino Americano y de la Pontificia Universidad Gregoriana, en donde obtuvo Licenciatura y Doctorado en Historia Eclesiástica. De regreso en Guadalajara celebró su Cantamisa en el templo Nuestra Señora del Carmen, mismo recinto en donde se había vestido de acólito en su infancia.
Su ministerio sacerdotal lo desempeñó en el Seminario de Guadalajara, primero como prefecto de Latinos, luego como Director del Instituto de Vocaciones tardías y Director de la Revista Apóstol. Como profesor fue responsable de las cátedras de Historia Eclesiástica, Patrología, Francés, e Historia Universal.
En 1968 fue nombrado vice-rector del Seminario durante una época posconciliar sumamente difícil por los cambios que se gestaban en el mundo y en la Iglesia, y en 1979 participó en la III Conferencia del Episcopado Latinoamericano, celebrada en Puebla por elección del Episcopado Mexicano.
También por elección representó a los obispos de México en la VI Asamblea General del Sínodo de los obispos en el año de 1984. Impulsó el trabajo de la pastoral vocacional y fortaleció el Seminario Menor; fundó la Escuela Secundaria y de Bachilleres “Julieta Dávila”, hoy Instituto San José, e instituyó y realizó la fundación y la construcción del Seminario Mayor, ordenando un gran número de sacerdotes como fruto de su labor pastoral.
Además, cimentó las bases para la creación de la Diócesis de Piedras Negras, y fundó el Seminario Auxiliar de aquella ciudad.
El 26 de julio de 1996 celebró solemnemente sus Bodas de Plata Episcopales, y el 31 de diciembre de 1999, el Papa Juan Pablo II le aceptó la renuncia, siendo posteriormente nombrado, por el Consejo de Consultores de la Diócesis de Saltillo, Administrador Apostólico Diocesano, y el 20 de marzo del 2000 le entregó la posesión de la Diócesis a fray Raúl Vera López, siendo desde entonces obispo emérito de Saltillo
Con información de El Heraldo de Saltillo/Ángel Aguilar