El miércoles 2 de febrero de 2022, Fiesta de la Presentación del Señor, a las 17.30 horas, en la Basílica de San Pedro, el Santo Padre Francisco celebrará la Santa Misa por la XXVI Jornada de la Vida Consagrada.
El Santo Padre Francisco ha recibido esta mañlana en audiencia a:
– S.E. Mons. Alfred Xuereb, Arzobispo de, Nunzio Apostolico in Corea e in Mongolia;
– Al Reverendo Ernesto Ricardo Salvia;
– Al señor Gigi De Palo, Presidente Nazionale del Forum delle Famiglie;
– Participantes del Capítulo General de las Canonesas de San Agustín de la Congregación Nuestra Señora.
Esta mañana, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano, el Santo Padre Francisco ha recibido en audiencia a las participantes en el Capítulo General de las Canonesas de San Agustín de la Congregación de Nuestra Señora
Publicamos a continuación el discurso que el Santo Padre dirigió a los presentes durante el encuentro:
¡Queridas hermanas!
Os doy la bienvenida con motivo de vuestro Capítulo general. Agradezco a la Superiora sus amables palabras, incluso con sentido del humor, pero buenas, avec le sens de l’humour . Saludo cordialmente a cada una de vosotras y, a través de vosotras, expreso mi cercanía espiritual a todas las hermanas de vuestra Congregación en los diversos países.
Junto a vosotros doy gracias al Señor por la obra de su Espíritu que se manifiesta en vuestro carisma educativo, al servicio de las nuevas generaciones y familias, por un humanismo integral y un mundo más fraterno. Hoy nos encontramos ante el desafío de la formación y educación de la persona humana. En fidelidad a las intuiciones evangélicas de vuestros fundadores san Pedro Fourrier y Beata Alix Le Clerc, os habéis comprometido en la educación popular, la educación en la fe, la educación en la justicia y la cercanía a los pobres. En los diversos países donde os activáis, os animo a ser discípulos misioneros y comunidades de esperanza y alegría, ya que «el gran riesgo del mundo de hoy, con su oferta múltiple y opresiva de consumo, es una tristeza individualista que brota de un corazón acomodado y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada -el drama de la conciencia aislada-. Cuando la vida interior se cierra en sus propios intereses ya no hay lugar para los demás, ya no entran los pobres” (Exhortación Apostólica.Evangelii Gaudium , 2).
Queridas hermanas, el tema que habéis elegido para vuestro Capítulo, «Pacto educativo de la Congregación de Notre-Dame», es una fuerte invitación a reflexionar sobre los nuevos caminos posibles para llegar a los jóvenes en su realidad cotidiana, a fin de contribuir a su desarrollo integral. . En efecto, «un camino de vida necesita una esperanza fundada en la solidaridad, y todo cambio requiere un camino educativo, para construir nuevos paradigmas capaces de responder a los desafíos y emergencias del mundo contemporáneo, de comprender y encontrar soluciones a las necesidades de cada generación». y hacer florecer la humanidad de hoy y de mañana». [1]Ante los desafíos y peligros que amenazan a los jóvenes, espero que vuestro compromiso y vuestro entusiasmo, forjados en la fuerza del Evangelio, les devuelvan el gusto por la vida y el deseo de construir una sociedad digna de ese nombre ( Cfr. Todos los hermanos , 71).
Queridas hermanas, cuento con vosotras y confío en vosotras, la Iglesia confía en vosotras. Con tus palabras, tus acciones y tu testimonio envías un fuerte mensaje al mundo que rechaza a los vulnerables. Que bebáis, con oración y adoración, en la fuente del bien y de la verdad, y encontréis en la comunión con Cristo muerto y resucitado la fuerza para poner una mirada positiva, una mirada de amor, una mirada de esperanza, una mirada compasiva, una mirada de ternura sobre el mundo, prestando especial atención a los sectores desfavorecidos de la sociedad. Así vuestra misión de educadores dará frutos de calidad entre la gente para el bien de la sociedad. Gracias a tu carisma, que pretende hacer que cada persona descubra el amor de Cristo, contribuís a abrir nuevos horizontes ya crear espacios de fraternidad. En efecto, «educar es siempre un acto de esperanza que invita a la coparticipación ya la transformación de la lógica estéril y paralizante de la indiferencia en otra lógica diferente, capaz de acoger nuestra pertenencia común».[2]
Queridas hermanas, en este momento, en el que la pandemia de la Covid-19 ha producido una crisis con muchos aspectos, en particular con un fuerte impacto en la educación y en los jóvenes, las invito a acercarse a las personas que viven en aislamiento, tristeza y desánimo. En efecto, «debe privilegiarse el lenguaje de la cercanía, el lenguaje del amor desinteresado, relacional y existencial que toca el corazón, llega a la vida, suscita la esperanza y los deseos» (Exhortación apostólica postsin. Christus vivit , 211).
Os encomiendo a cada una de vosotras ya todas vuestras hermanas al Señor ya la Virgen María, y os bendigo de corazón. Por favor, no se olvide de orar por mí, gracias.
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[1] Videomensaje con motivo del encuentro organizado por la Congregación para la Educación Católica: “ Pacto Mundial de Educación. Juntos para mirar más allá” (15 de octubre de 2020).
[2] Ibíd .
