En el segundo día del octavario de oraciones por la unidad de los cristianos, Ruy Rendón Leal, obispo de Hermosillo, dedicó una homilía en torno a las condiciones para que los fieles en Cristo vaya en camino a ser uno. Al reflexionar sobre el capítulo bíblico de la lucha de David y Goliat, el prelado animó a fomentar una mística de confianza para luchar diariamente contra el mal frente a las situaciones difíciles de la vida incluso frente a la pandemia, el sufrimiento y el dolor además de la separación que existe entre quienes profesan la misma fe pudiendo representar un combate desigual lanzando así las siguientes preguntas: ¿Qué hacer? ¿Cómo podemos lograr triunfar? ¿Cómo podemos mantener la vida de la gracia? ¿Cómo podemos salir victoriosos en la lucha diaria? ¿Cómo podemos obtener estas metas que nos vamos proponiendo en la vida?
Subrayando la confianza que cada uno debe depositar en Dios a pesar de las adversidades, el obispo de Hermosillo enfatizó que las condiciones necesarias para demostrar fuerza ante el mal son el servicio y sencillez, característicos en la predicación de Cristo, asentados en la caridad y el amor: El Evangelio del día de hoy nos presenta a nuestro Señor con una característica extraordinaria, que nosotros debemos de poseer, la sencillez y el servicio a favor de una persona necesitada. El texto del Evangelio es muy claro, era día de sábado; sin embargo, nuestro Señor entiende que, ante todo, hay que obrar la caridad, el amor y Él que es médico de cuerpos y almas, con un gesto extraordinario, con la sencillez y la simplicidad de nuestro Señor
En este sentido, para lograr la unidad, los cristianos deben reproducir las mismas actitudes de Cristo: “Porque es la fuerza con la cual vamos a vencer cualquier situación difícil,” confiando en que con esas actitudes “vamos a salir victoriosos teniendo a Cristo en nuestra vida y que reproduzcamos sus sentimientos, sus actitudes, que siempre seamos humildes, sencillos y servidores en este trabajo por la unidad de los cristianos y en nuestra misma vida, en nuestras comunidades parroquiales, en nuestras iglesias diocesanas, en nuestros apostolados”, concluyó.
“Respirar con los dos pulmones”
Por otro lado, como parte de la agenda de actividades en esta semana de oración organizada por la Conferencia del Episcopado Mexicano, el padre Marco Antonio Morales Pérez, sacerdote de la arquidiócesis de Puebla y rector de la capilla de la Natividad de la Teotokos de rito bizantino impartió la conferencia “El ecumenismo en el único pan eucarístico”. A través de una exposición sobre la divina liturgia, las tradiciones de oración de las iglesias orientales, la disposición del templo y de los signos, símbolos e implementos litúrgicos para entender mejor las características del rito bizantino, Morales Pérez señaló que hablar de ecumenismo tiene un significado más grande que sólo los aspectos de oración: “Es la comunión plena entre católicos y ortodoxos, aceptándonos cada uno con sus propias características…” Al acentuar que el ecumenismo es partir desde la novedad de Jesucristo, “quien nos llama a la unidad en su cuerpo eucarístico, el ecumenismo es unirnos en lo esencial, la cena del Señor: “Respetar nuestras características no quiere decir que los hermanos de la Iglesia ortodoxa dejen de celebrar la divina liturgia y comiencen a celebrar la eucaristía o que nosotros, en occidente, en el rito romano, dejemos de celebrar la eucaristía y comencemos a celebrar la divina liturgia… El que hace realidad la unión es el Espíritu Santo”. Morales Pérez concluyó animando a conocer las liturgias orientales fin de ser católicos “que respiren ya con los dos pulmones, es decir, una iglesia que respira con su pulmón oriental y su pulmón occidental”.
Por Guillermo Gazanini Espinoza