Hobby Bingham, un hombre acusado de pedofilia, se identificó como transexual para ser recluido en una cárcel femenina del estado de Washington, Estados Unidos. Una vez dentro, abusó sexualmente de su compañera de celda, una mujer discapacitada.
En el estado de Washington, los delincuentes masculinos condenados que se identifican como mujeres son trasladados al Centro Penitenciario para Mujeres de Washington, que antes era la única prisión exclusiva para mujeres del estado.
La política, que fue aprobada por el gobernador demócrata de Washington, Jay Inslee, aún no ha sido codificada en la ley como lo ha sido en California, pero la práctica ya está causando estragos en todo el sistema penitenciario del estado, dicen a National Review antiguos y actuales empleados de la mencionada cárcel para mujeres de Washington.
Los reclusos varones pueden ser admitidos en la prisión de mujeres, situada en Seattle, si un panel administrativo acepta su diagnóstico de disforia de género, según informó anteriormente el programa de Dori Monson de KIRO Radio.
El Departamento Correccional de Washington sostiene que los solicitantes transexuales deben presentar un caso convincente que justifique su petición de ser alojados en una prisión femenina, pero la carga de la prueba es bastante baja en la práctica, según Scott Fleming, un ex guardia de la prisión que fue despedido recientemente por negarse a vacunarse.
«El único requisito previo es que los hombres se identifiquen como mujeres. No es necesario que se hayan sometido a una cirugía de reasignación, ni que estén en proceso de transición, ni que estén bajo un régimen hormonal. El único requisito es que deben proclamar que se identifican como mujeres», explica a National Review.
«El Departamento Correccional del Estado de Washington ha establecido procedimientos para garantizar un trato equitativo a las personas transgénero, intersexuales y/o no conformes con el género a la hora de realizar la selección de entrada y determinar la clasificación de las viviendas, la programación y la supervisión. Si se identifican como transexuales, intersexuales y/o no conformes con el género, se les evalúa adecuadamente según esta política», dijo el departamento de prisiones de Washington en una declaración al Show de Dori Monson.
Princess Zoee Marie Andromeda Love, antes conocido como Hobby Bingham, fue condenado a la cárcel tras ser declarado culpable de mantener relaciones sexuales con una niña de doce años. Tras afirmar que era una mujer, Andromeda Love consiguió un traslado a la cárcel de mujeres.
Un día de trabajo, cuenta Fleming, una compañera le dijo que había descubierto a Andrómeda Love y a una reclusa con discapacidad intelectual en la cama, sin ropa. La mujer, Heather Lee Ann Trent, había sido alojada en la unidad de salud mental de la prisión. Tenía la disposición de un niño pequeño, añade Fleming. Dice que la pareja había sido compañera de habitación durante una semana antes de ser descubierta.
Según un resumen del incidente obtenido por National Review, Andromeda Love intentó convencer a Trent de que eran «almas gemelas». Se presume que tuvieron relaciones sexuales, dice Fleming, ya que la reclusa discapacitada mencionaba con frecuencia a otros ocupantes las relaciones sexuales que mantenían. Dado que todas las relaciones sexuales se consideran no consentidas por defecto en el sistema penitenciario, Trent fue técnicamente violada, según el Frente de Liberación de la Mujer.
Fleming explica a National Review que lo que observó de su relación fue «una interacción entre depredador y víctima, después de la agresión» y no «dos reclusas enamoradas, después de tener relaciones sexuales consentidas».
Lo ocurrido con Bingham no es el primer caso de abuso o violación cometida por esos transexuales en ese centro penitenciario.
NR/InfoCatólica
