«Esto es lo que debemos anunciar, que Dios es el primero y el principio»: Marco Frisina

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La universidad San Dámaso acogió la presentación del libro Mártires y santos, en el centro de la historia. Del Vaticano II a Gaudete et exsultate. Esta presentación, se enmarca dentro del 25 aniversario que cumple la universidad. La presentación, estuvo dirigida por el rector de la universidad, don Gabriel Richi Alberti y contó con la presencia de uno de los autores, el profesor don Jaime López Peñalba, el obispo auxiliar de Madrid, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, que es editor del libro y monseñor Marco Frisina, maestro de capilla de la catedral de Roma y docente en la Universidad Lateranese.

En primer lugar, el profesor de la facultad de teología, Jaime López Peñalba, fue el encargado de introducir el libro cuyo título calificó de “provocación”. En su intervención destacó el papel que jugaron los santos dentro de la Iglesia afirmando que “todos los santos son teólogos y todos los teólogos son santos”. También manifestó el papel importante que jugó el Concilio Vaticano II al recordar la llamada universal a la santidad. Para concluir, quiso destacar el legado que dejó Benedicto XVI en su ciclo de catequesis de los miércoles sobre los santos.

Acto seguido, tomó la palabra Marco Frisina, maestro de capilla de la catedral de Roma. “Si los libros de historia contasen más la vida de los santos que la de los piratas, el mundo iría mejor”, comenzó diciendo Frisina. Durante su intervención, reflexionó sobre la santidad y la historia del mundo. “Hemos sido creados por Él, y este hecho nos hace entender que estamos llamados a la santidad. Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios y esto es una realidad”, aseguró el sacerdote italiano.

Marco Frisina
Marco Frisina durante su intervención

El compositor italiano hizo hincapié en que “el aspecto maravilloso de los santos es que están llenos de defectos como nosotros. La diferencia es que ellos han abierto su corazón a la gracia. Esta es la fuerza y el asombro que provoca en nosotros la vida de los santos”. Para Frisina los santos “son focos de luz, antorchas que iluminan la vida. La vida de los santos es una vida de asombro, porque ellos mismos se asombran de lo que el Señor hace con ellos”.

Sobre los mártires, Frisina añadió que “aún en día existen muchos mártires y tenemos la necesidad de darlo a conocer. La Iglesia de Madrid, al igual que la de Roma, es una Iglesia martirial. Sobre el motivo por el cuál, muchos mártires van al martirio cantando, la explicación de Frisina fue “porque la imagen de Dios que llevan dentro sale a la luz y resplandece.

“Nosotros, que somos aprendices de cristianos, tendríamos que afirmar el primado de Dios en nuestra vida y esto es lo que debemos anunciar, que Dios es el primero y el principio. Sobre el papel que juegan los santos en nuestra vida, el rector de Santa Cecilia en Roma aseguró que “los santos nos sirven como ejemplo en el camino. Son amigos a los que volver siempre. Han sido puestos por el Espíritu, no solo para que les imitemos sino para que hagamos camino con ellos”.

A modo de conclusión, quiso destacar que “la liturgia no es solo un rito sino la participación en la santidad de Dios”. Como mensaje final comentó que “el Señor nos está acompañando en un momento difícil. Es necesario pasar este periodo de prueba y creo que tenemos por delante un periodo en la Iglesia en el que la santidad personal resplandecerá”.

En último lugar intervino Juan Antonio Martínez Camino, editor del libro y obispo auxiliar de Madrid. Centró su discurso en el contexto del Concilio Vaticano II, que según Martínez Camino vino a decir algo que no se dice en la teología y es que “los santos, siendo como nosotros, se convierten en imagen de Cristo. Dios manifiesta a los vivos su rostro y su presencia y por tanto son medio de la revelación de Dios y nos habla a través de ellos”.

El obispo auxiliar recordó que “los santos no son solo intercesores o ejemplos para imitar, sino que son medio de la revelación de Dios. La Iglesia se revitaliza con los santos, que son parte de la Tradición viva de la Iglesia”. Martínez Camino concluyó afirmando que “la Iglesia es santa porque hay santos ya que ellos son la Biblia viva”.

Al final del encuentro, pudimos preguntar a Marco Frisina sobre su opinión de usar la guitarra en misa. Respondió que no le parecía un instrumento adecuado para un coro por su falta de delicadeza a la hora de tocarla. «Es más apropiada para pop o rock, pero no para la misa», agregó el compositor del Vaticano.

 

Infovaticana.

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