Nos han engañado desde un principio, y parece que no habrá freno a ello, pues al día de hoy nos siguen engañando. Como en aquella balada que popularizara Daniela Romo en la segunda mitad de la década de los ´80, la 4T promete y promete, y nada… Y en tanto, México se sigue hundiendo con la crisis sanitaria, la crisis económica y la crisis de credibilidad.
Con toda seguridad, ni usted ni nosotros estamos contentos con esta situación que se vive hoy, pues ni usted ni nosotros queremos seguir viendo el hundimiento de México, lo que queremos es ver el repunte de este país con proyectos reales, no con caprichos personales. Pero, insistimos en lo ya dicho en otras ocasiones, nos fuimos con la finta en el cambio prometido y por el cual votó parte del pueblo. Esto es, nos engañaron entonces y nos siguen engañando hoy.
Vayamos primero con la tan traída y llevada pandemia domada. Apenas registrábamos los primeros 200 muertos y el presidente López Obrador salió un día a decirnos que esto “se acabará pronto, pues ya tenemos domada la pandemia”. Y cuando llegamos a mil y luego a dos mil, a cinco mil y a diez mil, siguió insistiendo en que “la curva está aplanada”.
Y el engaño continúa. Hoy, con más de 42 mil muertos, el ya impopular Dr. López-Gatell nos vuelve a salir con que pronto se acabará el problema. Hoy, con México en el cuarto lugar mundial en el número de fallecidos por el Covid-19, el sesudo vocero nos sale con que puede haber 40 mil muertos o más, pero eso es lo de menos cuando ya tenemos el dominio sobre la pandemia. Y el pueblo sigue aguantando el engaño.
Entonces, como saben -y lo saben muy bien- que es una mentira lo que nos están diciendo, aprovecharon el momento para montarnos la farsa del caso Lozoya, con quien negociaron muy bien para que aceptara voluntariamente su extradición de España a México y viniera a “cantar” todas las que trae consigo. Pero el montaje se les cayó desde un principio, como ya se sabe. Y el señor Lozoya no ha pisado la cárcel, pues luego de su anemia y problemas con el esófago tuvo que ser intervenido quirúrgicamente y sigue en el hospital. Tal vez mañana se le tenga que operar de una uña enterrada.
Al pueblo pan y circo, parece ser la consigna para mantener el poder y buscar su continuidad en las elecciones del próximo año. Pero este atole con el dedo seguramente se gastará muy rápido, pues el caso principal (Odebrecht) por el que pendía la amenaza de cárcel sobre el ex director de Pemex ya prescribió. El abogado constitucionalista José Óscar Valdez lo dijo muy claro en el noticiero de Ciro Gómez Leyva (Tele Fórmula): “el señor Lozoya ganó un amparo sobre este caso y ya no se le podrá juzgar por ello”.
Seguramente, los genios de la 4T ya tenían conocimiento del asunto, pero había que aprovechar el escándalo mediático para crear un nuevo distractor, ir dosificando la presentación de los supuestos vídeos que trae el hoy hospitalizado, solamente como escándalo, pues finalmente “nadie pisará la cárcel por este tema”. Claro, el escándalo permitirá mantener a la 4T en las “benditas” redes sociales y buscar aprovechar para que Morena mantenga la mayoría legislativa en las elecciones del 2021. Si no se les gasta antes.
Y con la crisis económica ni qué decir, vamos de mal en peor con un gobierno que se niega a crear programas de apoyo a los empleadores. La caída en el PIB es inminente… y ahí seguirá México en el tobogán. Sobre credibilidad ¿es posible hablar de lo que no existe? Dios nos libre.
Con información de: Nuestra Voz Campeche/Editorial