El sábado 19 de marzo, aproximadamente 2000 pro-vida testificaron en nombre de los no nacidos en la Marcha por la Vida de Múnich. La participación duplicó con creces la asistencia del año pasado de 800, que se había visto gravemente obstaculizada por las restricciones de Covid y los límites de capacidad.
Los manifestantes se reunieron en Konigsplatz, cerca del centro de la ciudad de Múnich, cantando canciones tradicionales alemanas mientras marchaban. Al final, los manifestantes lanzaron globos con el mensaje provida adjunto: “Cada vida es un regalo; tal vez este cambie el mundo”.
Los oradores se unieron en persona desde diferentes partes de Alemania, Austria e Italia, incluido uno de los miembros de la familia real de los Habsburgo de Austria. Una oradora, al referirse al intento de la industria del aborto de atacar a los bebés con síndrome de Down, declaró que agradece a Dios todos los días por su hermosa hermana con síndrome de Down y el maravilloso regalo que ha sido en su vida. “En mi vida he conocido a muchas mujeres que se arrepienten de haber abortado”, continuó, “pero nunca he conocido a nadie que se haya arrepentido de haber dado a luz”.
El arzobispo Nikola Eterovic, el nuncio apostólico y el obispo Stephan Oster de la diócesis de Passau enviaron un mensaje a los manifestantes en apoyo de su testimonio. “La protección incondicional de la vida humana es una preocupación central de nuestra fe. Les agradezco mucho a todos por su claro compromiso”, escribió Oster a los manifestantes.
El cardenal liberal Reinhard Marx, sin embargo, cuya catedral no estaba lejos de la marcha, no respondió a una invitación para participar. A pesar de la ausencia de obispos o líderes políticos alemanes, la Marcha por la Vida y su mensaje continúan ganando atención y un fuerte apoyo entre los jóvenes católicos y las familias.
Alemania actualmente comete alrededor de 100,000 abortos cada año, dijeron a LifeSiteNews los organizadores de la Marcha por la Vida de Munich. Aunque el país mantiene algunas de sus leyes anteriores contra el aborto, fue despenalizado en 1993, lo que hizo que todas las leyes en su contra fueran discutibles. Entre los políticos del país, los líderes están a favor del aborto o guardan silencio al respecto. Ninguno de los políticos conservadores o candidatos a un cargo dirigen sus campañas sobre una plataforma pro-vida.
Entre los obispos de Alemania, hay algunos que incluso han expresado hostilidad y oposición al trabajo pro-vida como la Marcha por la Vida.
La Marcha por la Vida más grande de Alemania tiene lugar cada año en Berlín, la capital de la nación. La Marcha de Berlín ha atraído hasta 8.000 manifestantes y sigue creciendo.
Por LUIS KNUFFKE.
MUNICH, Alemania.
Life Site News.
