Acción Social Empresarial cumple 70 años y busca crecer en España. Opera desde las parroquias.

ACN
ACN

Si es usted un directivo o empresario, vive en España y es católico, quizá debería considerar hacerse socio de Acción Social Empresarial (ASE), una asociación que nació en 1951, ha vivido muchas etapas -algunas más activas, otras menos- y ahora realiza un esfuerzo por llegar a más espacios y personas.

Por otra parte, si es usted párroco y ve que entre sus parroquianos hay empresarios y directivos, quizá valga la pena animarlos a reunirse en la parroquia en un foro local, según el modelo probado de ASE.

«Actualmente estamos implantados con grupos en 11 ciudades y empezamos a expandirnos más por Andalucía, Toledo y otras zonas», explica Javier Fernández-Cid, presidente de la asociación.

ASE no es una ocurrencia de unos cuantos empresarios: es la asociación laica más «oficial» posible. La fundaron los obispos españoles hace ya 7 décadas, tiene su sede en Madrid en el mismo edificio que muchas otras asociaciones católicas (donde están también Trece y Cope) y está integrada en la plataforma mundial UNIAPAC, la Unión Cristiana Internacional de Ejecutivos de Negocios, que nació en 1931 al amparo de la Quadragesimus Annus, 40 años después de Rerum Novarum, el gran texto fundacional de la Doctrina Social de la Iglesia.

Aterrizar los principios: hacerlos concretos

«Queremos difundir y promover entre empresarios y directivos cristianos la aplicación práctica, en la empresa y en el mundo económico, de las enseñanzas sociales de la Iglesia. En ASE intentamos aterrizar mucho, ir al caso concreto«, explica Javier Fernández-Cid a ReL.

La asociación busca explicar al mundo que el directivo y el empresario «es parte de la solución, es creador de empleo, participa en la sociedad con bienes y servicios útiles, contribuye con impuestos… en ASE recordamos siempre que más allá del lucro tiene que haber también un elemento de responsabilidad social», añade Fernández-Cid.

Javier Fernández-Cid es el presidente de Acción Social Empresarial

Javier Fernández-Cid es el presidente de Acción Social Empresarial

ASE tiene hoy unos 150 socios que pagan su cuota y una red de 700 amigos y simpatizantes que siguen sus actividades. La asociación querría llegar a muchos más.

«Nuestros socios no tienen grandes patrimonios. Son directivos: toman decisiones sobre sueldos, personal, proyectos… Pueden ser directivos de empresa, o de entidades públicas. A menudo en su trabajo se enfrentarán a decisiones complicadas, y más en esta época de crisis e incertidumbre. Un empresario tiene el deber de mantener viva su empresa, de hacer una estrategia a largo plazo. Nosotros les acompañamos y animamos a que incorporen también componentes sociales y solidarios«.

Grupos en parroquias: dispuestos a abrir más

ASE cuenta con sólo una persona asalariada, la mayor parte del trabajo lo realizan los socios. Los del Comité Ejecutivo son los que más tiempo e implicación dedican, organizados en comisiones: una de eventos, otra de expansión, otra de afiliaciones, otra de relaciones institucionales…

ASE tiene una importante base parroquial y ayuda a abrir grupos para directivos en parroquias.

«Ofrecemos foros de reflexión y oración en la parroquia. Suelen tener un encuentro mensual. Tratamos temas de doctrina social. ¿Qué dice la Iglesia sobre invertir en Bolsa? ¿Y sobre los ERTEs? ¿Y la ética empresarial, en general? Es el tipo de temas que exponemos», detalla Fernández-Cid, que es el responsable del grupo de la parroquia Beato Manuel Domingo Isol en Majadahonda (Madrid). «Si un párroco nos lee y está interesado en algo así, que nos contacte y lo ponemos en marcha en su parroquia», anima el presidente.

Otra cita habitual en ASE son los «Almuerzos Fe y Valores», a los que se invita a hablar y exponer su caso a personas que han tenido éxito empresarial sin haber renunciado a los principios cristianos en las relaciones laborales. «La gente aprecia mucho estos ejemplos muy prácticos», añade.

El «plato fuerte» del año suele ser el retiro anual de Espiritualidad y Negocios, por lo general conducido por el consiliario de la asociación, el capuchino Benjamín Echeverría. El próximo se celebra en el convento capuchino del Cristo de El Pardo, del 25 al 27 de marzo de 2022. Puede ser una gran ocasión para conocer ASE y su estilo.

Colaborar con otras entidades

ASE también cuenta con un grupo dedicado a directivos y emprendedores de menos de 35 años, un Grupo Junior, incluso con cuota reducida. «Al debate sobre la Economía de Francisco en Roma enviamos a dos representantes de jóvenes ASE. Las 12 conclusiones de ese encuentro sobre empresa y economía las vamos a reflexionar y tratar de aterrizar, buscar aplicaciones concretas. Hay otras entidades que también reflexionan sobre esto, como el CEU o la Fundación Arizmendi Arrieta… En ASE nos gusta colaborar y pensar con otras entidades afines, para lograr una visión más amplia», explica Fernández-Cid.

«Hoy en ASE alcanzamos acuerdos bilaterales con muchas asociaciones profesionales no confesionales. Nos ponemos de acuerdo con ellas para hablar de principios éticos, de presencia en la sociedad y ponemos en contacto el Tercer Sector con el mundo empresarial», añade.

ASE además está presente en las reuniones de Conferencia Episcopal sobre Laicos, Familia y Vida. «Ahí nos reunimos en una mesa enorme más de 70 instituciones, asociaciones y movimientos, ves la gran variedad que hay en la Iglesia y a mí me gusta participar representando el mundo de la economía y la empresa», señala Fernández-Cid.

Delegados de ASE en el Congreso de Laicos de 2020 en Madrid

Delegados de ASE en el Congreso de Laicos de 2020 en Madrid

ASE también entrega cada año unos Premios Uniapac para impulsar proyecto empresariales de jóvenes con una dimensión social (la última edición, aquí).

Una pregunta: ¿y qué haces por los demás?

Javier Fernández-Cid considera que a raíz de la pandemia, hay más personas e instituciones del mundo empresarial que han tomado conciencia sobre la importancia de actuar más allá del lucro.

«Los cristianos tenemos la oportunidad de plantear la pregunta: ‘¿y tú que estás haciendo por los demás?‘ Sí, hay voluntariado, pero el voluntariado hay que organizarlo, y eso ya requiere una cierta dirección. Una empresa puede colaborar de muchas formas, no solo con dinero: puede ofrecer tiempo, servicios, ayuda en especie… Un fabricante puede producir un poquito más y ese más venderlo a coste, o repartir el stock. Seguro que hay un colectivo afín a tu actividad empresarial con el que puedes colaborar. Puedes incorporar un elemento social a lo que ya haces… y así cumples muchos requisitos de la Doctrina Social de la Iglesia».

Las ventajas de asociarte con otros cristianos

Un empresario cristiano puede tratar de seguir la Doctrina Social católica sin asociarse a ASE ni a nada… pero la realidad es que colaborar con otros directivos católicos le va a ayudar.

Una comida de ASE en 2019

Una comida de miembros de ASE e invitados en 2019

«Una de las primeras ventajas de asociarse es la formación. Para empezar, hay que frenar del día a día y pararse a pensar. Por ejemplo, hay un documento del Dicasterio de Desarrollo Humano que se llama ‘La vocación del líder empresarial, una reflexión», que dice: ‘las empresas son solidarias cuando están atentas a las oportunidades de servir a las poblaciones desatendidas’. No es tan obvio y hay que saberlo aterrizar. En ASE reflexionamos sobre esto, ofrecemos formación, acompañamiento y contacto con personas formadas y exitosas«, añade el presidente de la asociación.

Que el empresario no se sienta solo

El acompañamiento tiene siempre un nivel informal, pero no por ello menos importante. Por ejemplo, un empresario golpeado por la crisis y sus dificultades puede encontrar en ASE y en sus foros personas con las que hablar y no sentirse solo. También da perspectiva para tomar decisiones.

«En ASE hay un elemento de afinidad: encuentras personas de distintas edades y distintos sectores profesionales, pero todos quieren ser mejores personas y crecer en la enseñanza católica».

Fernández-Cid señala que el libro clásico de Alfred Sonnenfeld, Liderazgo ético, explica que «la prudencia, que es querer tener una vida lograda, lleva a asumir riesgos que al final compensan los esfuerzos; la plantilla, los proveedores y los clientes acaban viendo la honestidad, los beneficios que se brindan para toda la sociedad».

Según eso, la exigente ética católica acaba saliendo a cuenta, también en los negocios.

¿Hay gente que se apunta a ASE sólo por hacer contactos empresariales beneficiosos? El presidente lo descarta: «alguien así se aburriría en ASE, aquí ni vendemos ni compramos».

La visión del empresario cristiano

¿Hay temas que son tabú entre los empresarios ‘mundanos’ pero que los cristianos deben atreverse a tratar?

Fernández-Cid señala algunos. «Para empezar, el cristiano no puede aceptar la idea de beneficios a costa de lo que sea. El empresario cristiano además debe velar por la empresa y el mantenimiento de los puestos de trabajo en lo posible. Buscará reestructurar la empresa dañando lo mínimo a las personas. El empresario cristiano se tomará en serio los temas de salarios justos y condiciones justas de trabajo. Y siempre tendrá en cuenta que la empresa es una comunidad de personas, que juntas ofrecen servicios a un precio razonable para cumplir con unas necesidades sociales»

¿Se apuntarán muchos más empresarios a ASE?, nos preguntamos en ReL. Fernández-Cid nos da un dato: «es verdad que los españoles somos muy individualistas, pero también es verdad que somos generosos. Un artículo publicado en ‘Forbes’ con datos de 2017 señalaba que España es el país número 8 en un ranking de filantropía. Hay que fomentar que las personas de fe encuentren la motivación para asociarse a entidades, como la nuestra. ¡Nosotros estamos encantados de recibir a todo el mundo!»

Más información en la web SomosASE.es

 

Comparte:
By ACN
Follow:
La nueva forma de informar lo que acontece en la Iglesia Católica en México y el mundo.