«Hoy dos grandes amigos se han reencontrado en el cielo», comentó la Arquidiócesis de Caracas al informar este 2 de octubre sobre la muerte de Juan José Tovar, chofer y amigo del cardenal Jorge Urosa Savino, por COVID-19.
Según detalló el periodista eclesiástico Ramón Pérez en sus redes sociales, en días recientes el señor Tovar fue internado en el Poliedro de Caracas por haberse contagiado del virus, y falleció el 1 de octubre.
La Arquidiócesis de Caracas lo recuerda por «su bondad, discreción y amor a la Iglesia». Fue feligrés de la parroquia Candelaria junto a su esposa e hijos, quienes son devotos al beato José Gregorio Hernández.
Pérez recuerda que Tovar acompañó al cardenal Urosa en momentos importantes de su vida, contó sobre las «agresiones sufridas por el Cardenal en la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, en Catia, el 16 de julio de 2016; y luego, en la Basílica Santa Teresa de Caracas, el 12 de abril de 2017. Con mucha discreción el Señor Juan estuvo presto a evitar que nuestro amigo Arzobispo fuese agredido directamente por las turbas que rodearon la Iglesia de Catia o le persiguieron dentro de la Basílica Santa Teresa».
Urosa Savino, también presidente honorario de la Conferencia Episcopal Venezolana, falleció por el coronavirus el pasado 23 de septiembre a sus 79 años, luego de haber luchado durante 27 días en la Policlínica Metropolitana de Caracas.