El camino sinodal de Alemania se ha descarrilado tanto que incluso uno de sus principales partidarios lo está criticando. Paul Murano de Church Militant informa sobre este último desafío a la Iglesia en Alemania, y hacia dónde puede conducir este camino.
El llamado Camino sinodal o Camino sinodal es el continuo encuentro de mentes de los obispos alemanes para cambiar la Iglesia desde adentro, para que corresponda a los movimientos del mundo moderno.
Padre Gerald Murray: «Es más o menos una ‘protestantización’ de la Iglesia y, peor aún, es básicamente apostasía porque se van a deshacer de doctrinas con las que no están de acuerdo».
En una conferencia el viernes pasado en Roma, el cardenal alemán Walter Kasper admitió que le preocupa que la propuesta del sínodo sobre la jerarquía vaya más allá de lo que permitiría el Concilio Vaticano II. Kasper ha pasado años argumentando que los católicos divorciados y vueltos a casar civilmente, que viven en un estado de adulterio, pueden recibir la Sagrada Comunión.
Cardenal Walter Kasper: «Decirles que eso es adulterio, adulterio permanente, creo que se sentirían insultados y ofendidos«.
Kasper está muy familiarizado con la jerga ambigua de la teología posterior al Vaticano II.
Kasper: «Se trata de acompañar a esta pareja para poder animarlos a que actúen de acuerdo con su conciencia«.
Sin embargo, incluso Kasper ve ahora que el Camino sinodal alemán avanza en una dirección que no es católica. El padre Wolfgang Picken está de acuerdo y es coautor de una contrapropuesta para su consideración. Fue rechazado sin debate por los presidentes del sínodo.
Cómo terminará este Camino sinodal es una incógnita. Algunos críticos creen que los obispos alemanes están creando otra denominación protestante, para los falsos católicos descontentos.
El Camino sinodal, que consta de 230 obispos, sacerdotes y laicos, comenzó en diciembre de 2019. Su objetivo original era concluir en dos años.
por Paul Murano.
ChurchMilitant.com.
