Rafael Valdez Torres, obispo de la Diócesis de Ensenada, celebró la imposición de sotana de dos nuevos integrantes del Seminario Diocesano de Ensenada.
Durante su mensaje, el obispo señaló que la decisión de seguir a Jesús es renunciar a la familia y a muchas otras cosas para dedicarse a aquellos que Él elige, a quienes ha destinado para ir a predicar y llevar la buena nueva.
“Es triste cuando un sacerdote no entiende esto y sacrifica el ministerio sacerdotal en aras de su propia familia o de sus propios intereses; ser sacerdote lleva consigo un aprendizaje del Señor, una formación, una depuración de nuestras costumbres, incluso de muchas de nuestras costumbres familiares”, reiteró.
Valdez Torres mencionó que ser sacerdote implica saber escuchar la voz de Jesús, que indica que el servicio es lo más importante, por ello la renuncia a las cosas materiales y la búsqueda de honores no tiene espacio en este seguimiento.
Tarea, meta y proyecto
“Amar a nuestro Señor Jesucristo es tarea, es meta, y es proyecto que vamos caminando y vamos caminando, y vamos caminando y parece que ya lo logramos, pero seguimos buscando amarlo más; amar a nuestro Señor Jesucristo no tiene fin, es un proyecto a conseguir, a caminar, a lograr”, recalcó.
El jerarca de la Iglesia católica en Ensenada destacó que durante los años de formación, el seminarista siempre debe estar preocupado por amar a Dios, por luchar y corregir sus fallas, y seguir perseverando.
En ese sentido, indicó que los sacerdotes que se dedican a la formación de los seminaristas tienen la labor de dar ejemplo, ayudar, motivar, acompañar y servir durante este proceso.
Finalmente, el obispo invitó a los nuevos seminaristas a trabajar en su vida espiritual y seguir creciendo en el amor a Jesús, porque solo así se llega a ser un gran pastor.
“Siempre que sientan que van progresando, síganlo haciendo; si se estancan, busquen siempre la ayuda de su padre espiritual para que los ayude a salir de esa etapa y puedan seguir luchando en el amor a nuestro Señor Jesucristo; es un amor de trabajo, de compromiso, de fidelidad, es un amor de agradarle, de no fallarle, de no ofenderlo”, concluyó.
Con información de: El Vigia/Karla Padilla
