Las Iglesias y templos católicos de la ciudad, han intensificado también de manera estricta sus medidas sanitarias para prevenir contagios de la Covid-19 y mantenerse en el marco del semáforo naranja.
Los fieles que ingresan a los templos parroquiales saben de antemano que deben usar tapabocas, en algunos de los casos se les toma la temperatura en la puerta y se les coloca gel en las manos.
Cabe señalar que durante la celebración de la misa, al momento de dar la paz se realiza una reverencia con la cabeza en vez de estrechar manos y en la comunión reciben la hostia en su mano y no en la boca.
Los recintos religiosos funcionan al 25% de su capacidad o hasta un máximo de 50 personas y se procura que las ceremonias, ritos o cultos duren el menor tiempo posible, como propiamente lo comentó el Padre Miguel Pintor.
El sacerdote Miguel Pintor manifestó que es motivo de júbilo para todo el pueblo católico haber vuelto al culto público, por lo que dijo estarán implementando todas las medidas sanitarias que sean necesarias para no volver a cerrar las puertas de los templos.
Con información de: Diario Rotativo