Sólo Cristo, y no la Ley mosaica, es camino de salvación. «Las diferencias doctrinales entre católicos y judìos son esenciales y no pueden ser discutidas ni negociadas»..

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«El hecho de que la Torá sea crucial para el judaísmo moderno no se cuestiona en absoluto». Y de ninguna manera se puede suponer que el Papa Francisco «está volviendo a una supuesta ‘doctrina del desprecio’».

La Santa Sede ha respondido así a las «preocupaciones» suscitadas en las últimas semanas por algunas personalidades de la comunidad judía mundial acerca de ciertas declaraciones del Pontífice, realizadas en la Audiencia general del pasado 11 de agosto, que en su opinión parecían desvalorizar la Ley judía, considerándola obsoleta.

La carta del Cardenal Koch

El Cardenal Kurt Koch, Presidente no sólo del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, sino también de la Comisión para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo, envió una carta al rabino Rasson Arussi, Presidente de la Comisión del Gran Rabinato de Israel para el Diálogo con la Santa Sede (Jerusalén), que el 12 de agosto – por tanto, al día siguiente de la audiencia general – había escrito una carta al propio Koch pidiéndole que diera cuenta de las palabras del Papa en el contexto de una catequesis sobre la teología de San Pablo en la Carta a los Gálatas (cf. Gal 3,19. 21-22). El rabino David Fox Sandmel, uno de los directores de la Liga Antidifamación, organización que vigila y combate el antisemitismo en el mundo con sede en Nueva York, también envió una carta similar al cardenal suizo.

Ambos pidieron aclaraciones sobre pasajes de la catequesis, como aquel en el que el Papa dijo que la Ley «no es la base de la Alianza porque vino después, era necesaria y justa, pero antes estaba la promesa, la Alianza». O aquella en la que decía: «La Ley, sin embargo, no da la vida, no ofrece el cumplimiento de la promesa, porque no está en condiciones de cumplirla. Es un camino que te lleva hacia el encuentro».

Consulta con el Papa

El Cardenal Koch respondió a los dos rabinos con una misiva similar. Y lo hizo días después, diciendo que «lo sentía», como explica en el inicio de la carta, pero explicando que primero había querido consultar con el Papa. Y el propio Francisco encargó al jefe del Dicasterio la redacción de la respuesta.

«En el discurso del Santo Padre, la Torá no está desvalorizada», aclara Koch en las primeras líneas de las cartas. En la catequesis, «el Santo Padre no menciona el judaísmo moderno; el discurso es una reflexión sobre la teología paulina en el contexto histórico de una época concreta. El hecho de que la Torá sea crucial para el judaísmo moderno no se cuestiona en absoluto».

La catequesis de Francisco

El Presidente del Dicasterio entra en el fondo de la cuestión, subrayando que el Pontífice en su reflexión «afirma expresamente que Pablo no se oponía a la ley mosaica: al contrario, Pablo observaba esta ley, subrayaba su origen divino y le atribuía un papel en la historia de la salvación». La frase: «La ley no da la vida, no ofrece el cumplimiento de la promesa» no debe sacarse de su contexto, sino que debe considerarse en el marco general de la teología paulina. La convicción cristiana permanente es que Jesucristo es el nuevo camino de salvación. Sin embargo, esto no significa que la Torá se vea disminuida o deje de ser reconocida como el ‘camino de salvación para los judíos’».

 

La verdadera enseñanza bíblica y católica

 

Sin embargo, pretender que la Torá es camino de salvación para los judíos no es acorde a la Escritura y a la Tradición. Sólo Cristo, y no la ley mosaica, es camino de salvación. San Pedro fue muy claro. Tanto en el concilio de Jerusalén:

Y después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen. Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros; y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones. Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos.
(Hch 15,7-11)

Como previamente en sus primeras predicaciones públicas del evangelio

en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
(Hch 4,12)

Y así enseña el Concilio de Trento. Decreto sobre la justificación:

«Cap I. Que la naturaleza y la ley no pueden justificar a los hombres.

Ante todas estas cosas declara el santo Concilio, que para entender bien y sinceramente la doctrina de la Justificación, es necesario conozcan todos y confiesen, que habiendo perdido todos los hombres la inocencia en la prevaricación de Adán, hechos inmundos, y como el Apóstol dice, hijos de ira por naturaleza, según se expuso en el decreto del pecado original; en tanto grado eran esclavos del pecado, y estaban bajo el imperio del demonio, y de la muerte, que no sólo los gentiles por las fuerzas de la naturaleza, pero ni aun los Judíos por la misma letra de la ley de Moisés, podrían levantarse, o lograr su libertad; no obstante que el libre albedrío no estaba extinguido en ellos, aunque sí debilitadas sus fuerzas, e inclinado al mal.

 

El vínculo con el mundo judío

 

A continuación, el Cardenal invita a recordar las «afirmaciones positivas realizadas constantemente por el Papa Francisco sobre el judaísmo» en estos años de pontificado. Estas afirmaciones son también el resultado de una relación de profunda estima y cercanía con el mundo judío desde los días de Buenos Aires y sellada por la publicación del libro «El Cielo y la Tierra», escrito conjuntamente con el rabino Abraham Skorka, amigo de muchos años. En particular, Koch recuerda un discurso de 2015 del Papa, cuando recibió al Consejo Internacional de Cristianos y Judíos (ICCJ) en el Vaticano: esas palabras resumen perfectamente el pensamiento del Pontífice. «Las confesiones cristianas encuentran su unidad en Cristo; el judaísmo encuentra su unidad en la Torá», dijo el Papa en aquella ocasión. «Los cristianos creen que Jesucristo es la Palabra de Dios hecha carne en el mundo; para los judíos la Palabra de Dios está presente sobre todo en la Torá. Ambas tradiciones de fe encuentran su fundamento en el único Dios, el Dios de la Alianza, que se revela a través de su Palabra».

No se esta regresando a una ‘doctrina del desprecio’

 

A la luz de ese discurso, «no se puede suponer de ninguna manera que él (el Papa, ed.) esté volviendo a la llamada ‘doctrina del desprecio’», reiteró el Cardenal Koch. «El Papa Francisco respeta plenamente los fundamentos del judaísmo y busca siempre profundizar los lazos de amistad entre las dos tradiciones de fe». Y está de acuerdo con el contenido del documento «Entre Jerusalén y Roma», publicado en 2017, que afirmaba: «Las diferencias doctrinales son esenciales y no pueden ser discutidas ni negociadas… Sin embargo, las diferencias doctrinales no son ni pueden ser un obstáculo para nuestra cooperación pacífica para mejorar nuestro mundo común y la vida de los hijos de Noé». El Cardenal confía en que «esta respuesta aclare el trasfondo teológico de las palabras del Santo Padre».

 

Los buenos deseos del Pontífice

 

La carta de Koch se hace pública apenas unos días después de que el Papa expresara públicamente sus mejores deseos durante el Ángelus del 5 de septiembre para los aniversarios de Rosh Hashanah, el Año Nuevo judío, y las dos fiestas de Yom Kippur y Sucot. «Extiendo mis más sinceros deseos a todos los hermanos y hermanas de la religión judía – dijo Francisco desde la ventana del Palacio Apostólico – para que el Año Nuevo sea rico en frutos de paz y de bien para quienes caminan fielmente en la Ley del Señor».

 

Vatican.news/InfoCatólica.

 

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