Los obispos de México firmaron una declaración conjunta que lo mismo denuncia y compromete a los católicos de México frente a la “incultura de la muerte” que, advierten, pone en riesgo la “inalienable dignidad de la persona humana”.
A través de la declaración episcopal ‘Sobre el don de la vida y la dignidad de la persona humana’ los obispos mexicanos se dirigen a fieles, gobernantes y líderes mexicanos con una alerta sobre los riesgos antropológicos de no poner a la persona en el centro de las preocupaciones sociales pues, reflexionan “nuestro querido pueblo sufre los embates cada vez más constantes de la incultura de la muerte”.
“Ante tanta confusión entorno al don de la vida y de la dignidad de la persona humana… creemos que la Iglesia en México necesita sentarse a los pies de la Virgen Madre para alentar la esperanza de ser un solo pueblo”, dice el documento.
Los obispos se comprometen a promover en público y privado la inalienable dignidad de la persona humana. Advierten que este 2020 ha traído dolor a hogares mexicanos tanto por la pandemia de COVID-19 como por la violencia e inseguridad con “niveles nunca vistos”.
En el documento, los pastores denuncian el incremento de los actos de violencia, la glorificación cultural del crimen, el utilitarismo de la vida humana, la confrontación entre la madre y su hijo, la insensibilidad ante la eutanasia, la legalización de estupefacientes, la ideología de género, la agresividad en las redes sociales, la corrupción, la trata de personas, la indiferencia de empresarios y empleadores, y el abuso por el consumismo extremo.
Para los jerarcas, hay responsabilidades por atender desde los tres niveles de gobierno y la sociedad en general. En la presentación de la declaración, Rodrigo Aguilar Martínez, obispo de San Cristóbal de las Casas Rodrigo Aguilar, acotó: “Los niveles de violencia están muy elevados, es signo de que no se ha podido atender el tema del crimen organizado y no se ha sabido resolver. Es importante atenderlo porque está afectando la vida humana de muchas maneras. También la estrategia de la pandemia del COVID-19 está siendo coartada, desacertada, ya van más de 30 mil fallecidos en México y algunos médicos y personas de autoridad que saben de esta situación y la posible evolución de las consecuencias, dicen que pudiera llegarse a más de 100 mil fallecidos por COVID-19”.
Por fortuna, dicen, “Hay cada vez más servidores públicos que, firme y claramente, toman una posición a favor del derecho a la vida de los no nacidos… más artistas y representantes de la cultura también van tomando una postura clara y visible a favor de la vida y la dignidad humana”.
El documento presenta las inquietudes de los pastores católicos en la administración actual: “Denunciamos todo intento explícito o velado, directo o sofisticado, de justificar el aborto provocado o de arrebatar la protección jurídica a los hijos antes de nacer… confiamos en que habrá políticas de salud que excluyan la eutanasia… nos sumamos para lograr una sociedad sin adicciones ni consumo de drogas… reafirmamos que los niños en adopción merecen que la sociedad los confíe a un hogar conformado por padre y madre… que la renta de vientres constituye una explotación de la mujer… denunciamos una vida aparentemente recta en lo privado pero indiferente o incluso culpable del desprecio de la ley, prácticas abusivas en el gobierno o la empresa”.
Los obispos también muestran su oposición “a todos los esfuerzos de censura” y concluyen: “Como obispos, custodios de la fe y la moral católicas, buscamos iluminar las conciencias de cara al bien y la verdad… llevamos el Evangelio de la dignidad humana a los templos y a las plazas, así como en reuniones y conversaciones privadas”.
Con información de: VC Noticias/Felipe Monroy
