Hace unos días, cuando agradecí a los sacerdotes que defendieran la Doctrina y moral católicas en las redes sociales, frente a las ambigüedades y desorientaciones que algunos colegas suyos en el sacerdocio estaban esparciendo por las redes sociales en lo referente a la homosexualidad, les dije que les daba las gracias por haber cumplido el juramento de fidelidad a la Iglesia que realizaron al ordenarse.
Uno de esos sacerdotes, el párroco madrileño Jesús Silva, ha publicado un vídeo en su canal de YouTube en el que habla, precisamente, de este juramento, pero en sentido contrario. Silva, dirigiéndose a sus hermanos sacerdotes que propagan opiniones contrarias a lo que dice la Iglesia, les dice que están rompiendo ese juramento.
“Hermanos sacerdotes que estáis utilizando vuestro ministerio para expandir ideas que no son las que dice la Iglesia: Estáis fallando al juramento ante Dios”, afirma con contundencia Silva en el vídeo.
“Cuando estáis diciendo ‘no, es que la Iglesia ya cambiará, es que la Iglesia tiene que cambiar, es que esto no está bien’, no estáis cumpliendo con vuestro ministerio sacerdotal”, asegura el sacerdote.
“Que no es poneros en el lugar del Magisterio de la Iglesia, que no es ir de profetas pensando que la Iglesia se equivoca, sino que es ser fieles testigos de lo que la Tradición ha revelado, en la Sagrada Escritura, en la Tradición y en el Magisterio y, por lo tanto, no podéis aprovechar vuestra situación de pastores y sacerdotes para difundir doctrinas contrarias a las que dice la Iglesia”, continúa.
Eso, dice Silva, “es abjurar, perjurar, eso es que habéis jurado en falso, eso es un pecado grave, tanto civil como canónico, porque habéis jurado en falso que ibais a defender unas doctrinas que no creéis, que no defendéis, contra las cuales os estáis pronunciando”
El párroco manifiesta que eso “es un error y un pecado grave que os afecta a vosotros y que afecta al santo Pueblo de Dios, porque está haciendo que su fe se tambalee”. “Porque el pueblo espera del sacerdote que transmita lo que dice la Iglesia, no sus opiniones particulares”, añade Silva.
“Hermano sacerdote: tú dijiste que creías con fe firme todo lo que dice la Palabra y la Tradición, todo lo que la Iglesia propone para ser creído mediante el Magisterio. El Magisterio dice que las tendencias homosexuales son intrínsecamente desordenadas, dice que los actos homosexuales no pueden recibir aprobación en ningún caso. Entre otras muchas cosas, dice que los sacerdotes tenemos que ir con alzacuellos, dice muchas cosas. Que tu dijiste que creías todo lo que contiene la Palabra sobre fe y costumbres, como divinamente revelado, dijiste que aceptabas y retenías firmemente todas y cada una de las cosas que proponía la Iglesia como fe y moral, dijiste que te adherías, con religioso obsequio de voluntad a lo que digan los obispos, el Papa, cuando hacen Magisterio, aunque no tengan la intención de proclamarlas con un acto definitivo”, dice el sacerdote.
Silva matiza que claro que “hay cosas en la Doctrina de la Iglesia que en un momento dado pueden ir evolucionando, cambiando o se pueden ir afinando”, pero “tú no has jurado ‘me adelantaré a la Iglesia para decir a dónde tiene que ir’. No, tú has jurado que te adherías a ese Magisterio, aunque no tengan la intención de proclamarlo como un acto definitivo”.
Por Fernando Beltrán.
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