Fray Juan Antonio Orozco Alvarado de la Misión Franciscana en Santa Lucía, comunidad de este municipio de Zacatecas donde era párroco, murió este sábado mientras iba a bordo de una camioneta por heridas producidas por arma de fuego.
Su cuerpo quedó a un costado de la camioneta de la Orden de Frailes Menores –mejor conocida como Franciscanos-, la cual quedó con al menos 8 impactos de bala y que conducía para oficiar misa en una comunidad duranguense.
Al transitar por la carretera se encontró en medio del fuego cruzado entre dos grupos de la delincuencia organizada, aunque no se descarta un ataque directo, quizá por confusión, y serán las investigaciones las que determinen cómo ocurrió.
El hecho se registró a las 11 de la mañana en una carretera que conecta a Zacatecas con Durango, a donde se dirigía para celebrar una misa en la comunidad Tepehuana de Pajaritos, cuando fue asesinado cerca del poblado de Canoas del municipio de Mezquital del vecino estado.
El monje habría ido acompañado de algunos fieles, de los que se desconoce si resultaron heridos, aunque los impactos de bala, dirigidos desde un costado, fueron la mayoría hacia la puerta del copiloto y los disparos no atravesaron las otras puertas.
“Nuestra comunidad parroquial y fieles de Santa Lucía de la Sierra Lamentamos y nos consterna grandemente la muerte de nuestro Párroco, hacemos un llamado a las autoridades civiles para que ya se ponga un límite a la violencia y agobio de nuestras comunidades, ya son muchas victimas de nuestra gente y ahora nuestro señor cura…. ¿quién sigue? Descanse en paz…”, publicó en su Facebook la misión franciscana.
Juan Antonio Orozco, conocido como el padre Juanito, tenía 33 años de edad y había llegado hace seis meses a cumplir con sus labores en esta comunidad, donde desde su llegada mostró un gran compromiso con sus habitantes.
Tuvo un papel destacado en el reciente incendio ocurrido en la sierra de Santa Lucía organizando a voluntarios, acopiando y gestionando apoyos, además de acudir al lugar donde estaba el fuego para ayudar a combatirlo.
Una de las quejas de los habitantes era que no acudió rápido personal calificado para controlar el incendio, lo cual se debió entre otras razones a que en la zona hay gente armada que desde hace meses mantiene una disputa.
Los restos del padre Juanito fueron trasladados a Monclova, Coahuila, de donde era originario y en cuya parroquia de San Francisco de Asís acudía desde pequeño, además de formar parte del coro, pues era amante de la música y durante las ceremonias religiosas cantaba y tocaba el órgano o la guitarra.
Al concluir su preparatoria se trasladó a la casa San Agustín en Guadalajara para iniciar su formación sacerdotal donde estuvo por dos años, luego inició el noviciado en el Convento de Guadalupe Zacatecas, donde estudió filosofía por 3 años.
Posteriormente se trasladó a la Basílica de Zapopan donde estudió por 4 años Teología y un año de formación pastoral. “Gracias por tu vida, por tu canto, por tu entusiasmo”, decía una de las publicaciones que circulan en redes sociales lamentando su muerte.
La prelatura de Nayar, perteneciente a la Arquidiócesis de Guadalajara, anunció que el sacerdote franciscano Fray Juan Antonio Orozco Alvarado murió la mañana del 12 de junio tras ser victima de un enfrentamiento entre dos grupos criminales.
La iglesia de Guadalajara informó que el clérigo perdió la vida cuando se dirigía a celebrar la misa en la comunidad de Tepehuana de Pajaritos, cuando comandos del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa comenzaron a atacarse quedando el sacerdote y su comitiva en medio del enfrentamiento.
De acuerdo con reportes locales, informaron que el joven de 33 años falleció antes de llegar a la comunidad de Canoas, en el Mezquital, Durango.
El Centro Católico Multimedial detalló que con la muerte del fraile Orozco Alvarado suman ya tres muertes de clérigos ocurridas en circunstancias violentas en el actual sexenio. El 23 de agosto de 2019, el sacerdote José Martín Guzmán Vega, de de la diócesis de Matamoros, fue asesinado en un hecho violento. El 27 de marzo de 2021 fue asesinado en Dolores Hidalgo, Guanajuato, el sacerdote Gumersindo Cortés, quien perteneció a la Diócesis de Celaya y ejerció su ministerio en la parroquia de Cristo Rey, en la comunidad Mesa de López.
CONFERENCIA DEL EPISCOPADO MEXICANO.
Ciudad de México, a 13 de junio del 2021.
Prot. Nº49/21
Comunicado de sacerdote asesinado de la Prelatura del Nayar
“¿Qué es lo que has hecho? La sangre de tu hermano me grita desde la tierra” (Gn.4,10)
Con profundo dolor lamentamos el fallecimiento del Rev. P. Franciscano Juan Antonio Orozco, del clero de la Prelatura del Nayar, quien el día de ayer, al dirigirse al celebrar la Eucaristía en la comunidad de Tepehuana de Pajaritos, fue privado de la vida víctima de la violencia que se vive en nuestro país.
Expresamos nuestras condolencias a Mons. José de Jesús González Hernández, a su clero, a los fieles laicos de la querida Prelatura del Nayar, a los familiares y amigos del P. Juan, a todos nuestra oración, solidaridad, cercanía y abrazo en la fe.
Nuestra fe proclama la Resurrección, confiamos y tenemos la esperanza firme, que el Señor Jesús, Buen Pastor, lleve a nuestro hermano el P. Juan Antonio a reposar en las verdes praderas de la eternidad junto a Él.
Pidamos al Señor la Paz para nuestra Patria, y tengamos presente en nuestro actuar que “todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir el premio o el castigo por lo que hayamos hecho en esta vida” (2Cor 5,6-10)
Que Santa María de Guadalupe consuele con su corazón de madre nuestro dolor y restablezca la justicia y la paz en nuestra sociedad.
✠ Rogelio Cabrera López
Arzobispo de Monterrey
Presidente de la CEM
✠Alfonso G. Miranda Guardiola
Obispo Auxiliar de Monterrey
Secretario General de la CEM.
fuentes:
zacatecasonline.
milenio.
