El lobby gay ha secuestrado las escuelas católicas, denuncian padres de familia en Canadá.

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Mons. Marcel Damphouse, arzobispo de Ottawa-Cornwall (Canadá), ha vuelto a condenar la decisión de las juntas directivas de los colegios católicos de su archidiócesis de exhibir la bandera del orgullo gay durante el mes de junio. El prelado advierte que muchos padres afirman que se está secuestrando las escuelas católicas de sus hijos.

«Decir ‘quiero vivir una vida de acuerdo con lo que la bandera del orgullo gay y el movimiento promueven’, bueno, lo siento, eso no está en línea con nuestra enseñanza católica», dijo el arzobispo Marcel Damphouse de Ottawa-Cornwall a CBC News.

El arzobispo dejó claro cómo deberían ser las cosas:

«Puede estar en nuestra escuela católica. Es una elección que usted hace al venir a nuestra escuela, pero sepa que tenemos ciertos valores que vivimos y eso es lo que vamos a enseñar».

El prelado añadió que algunos padres sienten que las escuelas que ondean las banderas han sido «secuestradas».

«Los padres, si envían a sus hijos a una escuela católica, tienen la expectativa de recibir una educación católica, según nuestros valores católicos», dijo el arzobispo Damphouse. «Esos son los que me están enviando correos electrónicos ahora mismo diciendo: ‘Nos han secuestrado’».

Al menos ocho consejos escolares católicos de Ontario (y todos los de Ottawa) han votado para ondear la bandera del Orgullo LGBT, algunos durante todo el mes de junio y otros durante la primera semana del mes. La celebración de junio como Mes del Orgullo conmemora los disturbios de Stonewall de junio de 1969, cuando los clientes de un bar gay de Nueva York se amotinaron contra una redada policial.

Aunque el arzobispo Damphouse dijo que las escuelas católicas tienen ciertos valores, los sistemas escolares católicos de Ontario están financiados por los contribuyentes, y las escuelas no son propiedad de las diócesis en las que funcionan. Aunque los obispos establecen los programas de catequesis y garantizan el ministerio sacramental en el contexto escolar, no ejercen control sobre los consejos de administración elegidos. Los gobiernos provinciales establecen las normas básicas de funcionamiento de esas escuelas, mientras que las decisiones locales las toman los consejos de administración elegidos por los católicos en las elecciones municipales.

Las escuelas católicas han recibido importantes presiones políticas, culturales y legales para que enarbolen las banderas del Orgullo y accedan a las demandas de los LGBT. Muchos padres, sin embargo, han protestado por la decisión de ondear las banderas del Orgullo.

Antes de la votación del 25 de mayo del Consejo Escolar Católico de Durham sobre una moción para exhibir la bandera, que finalmente fue aprobada, el grupo de defensa Padres como Primeros Educadores hizo circular una petición titulada «Levanten la Cruz y no la bandera del Orgullo».

«Los padres ejercen su elección cuando envían a sus hijos a escuelas católicas, y esperan que reciban una educación con la enseñanza moral católica. Las escuelas católicas deben ser claras en cuanto a los mensajes que transmiten a los niños, y enseñar sistemáticamente a los alumnos la verdad sobre la fe», dijo el grupo.

«Izar la bandera del Orgullo sugiere la aprobación de una actividad sexual que la Iglesia Católica desaprueba y viola la enseñanza católica sobre la castidad para todos los jóvenes. Los activistas están utilizando la moción de la bandera del orgullo para imponer su agenda ideológica», sentenciaron el grupo.

 

CNA/InfoCatólica.

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