Nosotros los católicos somos conscientes de la existencia y del ataque del enemigo invisible que se esconde entre las sombras. Sin embargo, veo a muchos católicos creyentes que se paralizan por miedo a contagiarse de COVID-19 y a otros que están con miedo de vacunarse. En este caso tan delicado para muchas personas que han visto morir a varios de sus familiares, la pregunta es: ¿Con qué herramientas le hacemos frente al miedo?
¿Cómo librarnos del miedo a vivir en un mundo que nos quiere asustar?
El miedo es el principal problema por el que las personas no hacen cosas. El miedo limita al individuo y le impide desarrollar su máximo potencial, llegando a truncar su proyecto de vida. Sin embargo, como todas las demás respuestas del ser humano, el miedo es generado por uno o varios eventos traumáticos, que según su severidad se graban en la memoria física y psicológica de la persona y de su descendencia.
Así como en el reino animal, el antílope sale corriendo al sentir la presencia de un depredador, el ser humano es capaz de reconocer amenazas y de reaccionar para sobrevivir. Es así como las emociones se convierten en un sistema de alarmas que guían al individuo para solventar una eventual situación de peligro.
Es verdad que no podemos negar la existencia del adversario, así como tampoco la del COVID o de la vacuna. Cualquiera sea el temor de la persona, la respuesta siempre está en nosotros y en cómo le permitimos reaccionar a nuestro cuerpo ante una determinada amenaza, partiendo de que “No soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí” (Gal. 2, 20)
Esto no quiere decir que uno deba negar las amenazas y aparentar que todo está bien, porque tanto las amenazas físicas, como las psicológicas y las espirituales, van a existir ya sea que creamos o no en ellas, pero Pablo, además, nos dice: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil. 4, 13)
La respuesta para no caer en la negación, es identificar la causa del miedo, en especial si es uno irracional como el miedo a las alturas o a lugares cerrados, para luego entregar ese miedo al Señor en un proceso de oración metódico que le permita al individuo liberarse y vivir una vida plena.
El miedo en las enfermedades
Las razones por las que un individuo tiene miedo pueden ser muchas. Sin embargo, gracias al análisis estadístico de miles de pruebas psicológicas que he aplicado durante 20 años en multitud de pacientes, he logrado identificar 3 grandes grupos de heridas emocionales. Estas 3 heridas que afectan al individuo son el abandono, la agresión y el abuso sexual, y son causadas tanto por sus experiencias traumáticas en la gestación y la primera infancia, como por las de sus antepasados, transmitidas a través de sus padres desde la concepción. Recordemos que como el antílope, el ser humano es capaz de grabar información en sus genes para protegerse de las amenazas.
A partir de estas marcas inconscientes para la persona, pueden generarse desórdenes psicológicos y en muchos casos enfermedades físicas. Por ejemplo en los grupos que llevamos adelante con padres y madres que trabajan para sanar las heridas de sus hijos, hemos acompañado a mujeres con problemas de fertilidad que han encontrado su camino hacia la maternidad gracias a que han logrado identificar y sanar en oración, las heridas que afectan el buen funcionamiento de su sistema reproductivo.
Un testimonio muy conocido que tuvimos la oportunidad de escuchar en nuestro último retiro el pasado 15 de mayo, es el de la cantautora católica Celinés, quien nos contó cómo tras casi perder la vida y haber sido diagnosticada con una enfermedad que no le permitía tener hijos, fue sanada gracias al poder de la oración y pudo ser mamá.
Es así como, con una luz de esperanza, la fe ha logrado sobrepasar una vez más la lógica de la ciencia y es en esta confianza en la que nosotros los católicos, debemos basarnos para afrontar nuestros miedos, identificando nuestras heridas y entregárselas al único poder capaz de sanarnos completamente: Cristo, nuestro Señor.
Por eso te invito a que te inscribas al retiro taller-online “Sana el Miedo y recupera la Esperanza”, el cual llevaré a cabo el próximo sábado 29 de mayo, para que junto con otros hermanos de la vida religiosa, aprendas a identificar tus miedos y a sanarlos en el poder de Cristo. Inscríbete gratis en este retiro taller haciendo clic aquí.