La Federación Francesa de Rugby (FFR) anunció este lunes que autorizará a partir de la próxima temporada en sus torneos oficiales a jugadores trans, tanto a los operados como a los que no. Las consecuencias para el rugby femenino pueden ser altamente significativas.
Con motivo del día LGTBIfobia, la FFR explicó que esta decisión se produce después de que los organismos rectores del rugby mundial dejaran en manos de las federaciones nacionales la autorización para que personas trans participen en torneos oficiales de este deporte, uno de los más populares en Francia.
La Federación Francesa puso algunas condiciones médicas y administrativas para que los trans puedan participar «sin riesgos».
Los trans operados no están sujetos a ninguna condición previa, mientras que los no operados, sean mujeres u hombres, necesitan un reconocimiento administrativo de su nuevo sexo y algunos requisitos médicos.
Asimismo, sólo aplicable para los cambios de hombre a mujer, a los trans no operados se les requiere la toma de hormonas durante al menos 12 meses y una tasa de testosterona que no debe sobrepasar los 5 nM/L.
«Esta inclusión en los reglamentos de la FFR es un inédito y gran progreso. Espero que otras federaciones lo sigan», señaló en un comunicado el presidente del organismo, Jean-Bernard Moles
Aun así, es conocido que la hormonación no afecta al potencial físico, que en el caso de los transexuales nacidos como hombres es por lo general muy superior al de las mujeres.
Una comisión se encargará de estudiar cada caso en un plazo de dos meses «para analizar las injusticias de talla más allá de la media con una perspectiva de inclusión», explicó la FFR.
El debate sobre la participación de transexuales en el deporte de élite está abierto, con casos como el de Laure Hubbard, que podría disputar los Juegos de Tokio en halterofilia femenina, según indicó el comité olímpico de su país.
Agencias/InfoCatólica.
