«La vida se dignifica siempre», es el título de la declaración emitida por los Obispos de la Arquidiócesis de Buenos Aires, Argentina, tras la adhesión de la legislatura de la Ciudad Autónoma a la llamada «interrupción legal del embarazo», aprobada por amplia mayoría. Esta implica la práctica no punible del aborto, subrayan los Prelados, pero esto «contradice las garantías constitucionales que están, en cambio, a favor de la vida más indefensa». En Argentina, de hecho, el aborto es ilegal y sólo se permite en casos excepcionales, como la protección de la vida y la salud de la mujer. «No estamos en contra de los derechos de la mujer – reiteran los Obispos – sino a favor de la vida, en todas las circunstancias. Además, la Iglesia local señala que esta decisión se tomó en un momento de pandemia, mientras «la población de Buenos Aires está viviendo los peores momentos de la emergencia sanitaria, en medio de una necesaria pero larga y agotadora cuarentena, y con las cifras de infectados y fallecidos que nos sorprenden cada día más». Y en medio de una enfermedad letal, por lo tanto, mientras «muchos trabajadores de la salud y trabajadores esenciales exponen y ponen sus vidas en riesgo para salvar las vidas de otros – se lee en la declaración – los legisladores aprovechan la oportunidad para aprobar una ley que ciertamente no honra la vida. La legislación fue aceptada con 49 votos a favor, 7 en contra y 3 abstenciones.
Sin vida no hay libertad
A los que proclaman, entonces, «el derecho al aborto», los Obispos responden recordando que «las garantías constitucionales están a favor de los no nacidos». Por lo tanto, tal ley contradice la Carta Fundamental del Estado. «Estamos a favor de la vida, siempre – insisten los Prelados – incluso en medio de la pandemia, tanto en los barrios más humildes como en los más acomodados. En todas partes, en Buenos Aires, hay que sentir el sí a la vida, a las dos vidas»: la de la madre y la del niño no nacido. De hecho, si se niega «el derecho a la vida, que es el más básico – continúa la declaración – entonces todos los derechos humanos penden de un hilo, porque sin vida no hay libertad».
La salud no se protege descartando una vida
En cuanto a los argumentos de quienes enfrentan el aborto como «un problema de salud de la mujer», los Obispos de Buenos Aires escriben: «La salud no puede ser concebida con un enfoque unívoco y no puede ser protegida descartando a otro ser humano», porque «no es humano favorecer a una persona débil sobre otra aún más débil». Finalmente, los Pastores invocan la protección de la Virgen de Luján para que continúe «protegiendo con ternura a todos aquellos que, en el vientre de sus madres, esperan compartir este nuestro mundo». La declaración está firmada por el Cardenal Mario Aurelio Poli, Arzobispo de Buenos Aires, y los Obispos auxiliares, Monseñor Joaquín Sucunza, Monseñor Enrique Eguia Seguí, Monseñor Alejandro Giorgi, Monseñor Ernesto Giobando SJ, Monseñor Juan Carlos Ares, Monseñor José María Baliña, y Monseñor Gustavo Carrara.
Con información de Vatican News
