Se acaba de anunciar la apertura de una capilla de adoración perpetua en New York de cara a la próxima primavera. Una iniciativa que traerá muchos frutos espirituales y que revitalizará la Iglesia en Manhattan, según un sacerdote dominico que supervisa el proyecto.
«Este es realmente un proyecto del Espíritu Santo. En muchas ocasiones ha parecido que nos encontrábamos con obstáculos insalvables… y se han solucionado solos», ha explicado el padre Boniface Endorf, fraile dominico y párroco de la parroquia de San José en Greenwich Village, Manhattan.
«Está claro que el Espíritu Santo es la fuerza motriz y creo que esta capilla va cambiar la situación en Greenwich Village y en la ciudad de New York, que ahora tendrá un nuevo lugar donde encontrarse con Jesucristo», dijo en referencia a la capilla de adoración perpetua.
Manhattan, una de las zonas más densamente pobladas e influyentes de todo Estados Unidos, carece actualmente de una capilla de adoración perpetua. El año pasado, el cardenal Timothy Dolan de Nueva York preguntó al padre Endorf si su parroquia estaría dispuesta a asumir el reto de abrir una.
La nueva capilla se construirá en un espacio del sótano que la parroquia utiliza actualmente como almacén. En la actualidad, el proyecto está en su última fase de recaudación de fondos y la construcción comenzará a principios de otoño. El objetivo es que la capilla esté abierta para la Semana Santa de 2022.
El eslogan del padre Endorf para el proyecto es «La ciudad que nunca duerme merece una capilla que nunca cierre».
La ubicación es ideal, ha declarado el padre Endorf, porque la zona está bien comunicada con transporte público. Los feligreses de San José y los estudiantes de las universidades cercanas están muy entusiasmados con el proyecto.
El barrio necesita las gracias que le aportará la capilla, dijo el P. Endorf. Greenwich Village es un barrio residencial de Manhattan, pero también es conocido por ser artístico y bohemio, así como también como un refugio para la cultura LGBT.
El P. Endorf dijo que espera que la capilla de adoración sea una fuente de gracia para todos aquellos que la visiten; que ayude a los católicos de a pie a crecer en santidad; que ayude a fortalecer los matrimonios en el barrio; y que proporcione curación espiritual tras la pandemia del COVID-19, que golpeó a la ciudad de Nueva York con especial dureza.
En cuanto a la estética, la propia iglesia parroquial es neoclásica y el diseño de la capilla se inspira en el románico. El tema central de la capilla es la Divina Misericordia y contará con un mosaico de la imagen de la Divina Misericordia sobre la custodia.
El elemento principal del diseño previsto es un gran biombo de madera, una característica que nace en parte de la necesidad -el biombo protege la custodia de los robos- pero que también servirá como una superficie grande y visible en la que colocar arte y símbolos adicionales. La capilla también contará con un coro que permitirá a los fieles unirse a los dominicos mientras rezan la liturgia de las horas a lo largo del día.
El P. Endorf ha explicado que cuando la capilla se abra planean proponer a los vecinos que se inscriban en la capilla de adoración. Pero también espera que la gente de todo Nueva York, así como los turistas, aprovechen también la capilla.
Jonah McKeown,
CNA.