Nuevo Orden Mundial

Pbro. Hugo Valdemar Romero
Pbro. Hugo Valdemar Romero

Desde hace años, varios intelectuales y analistas serios vienen hablando de la pretensión de las grandes élites mundiales, dueños de las finanzas y de las grandes empresas trasnacionales, que están sobre los gobiernos nacionales, de establecer lo que se ha dado a llamar un Nuevo Orden Mundial. La pandemia del Covid 19, provocada o no, está siendo el pretexto ideal para dar el banderazo de inicio a esta transformación que lleva consigo una auténtica reingeniería social.

Para los príncipes de este mundo, no olvidemos que Jesús así llamó a Satanás: “El Príncipe de este mundo”. La población humana es excesiva, lo que está llevando a la depredación del planeta y a su fin inminente si no se toman medidas drásticas y de emergencia. Según sus oráculos, el cambio climático, que por cierto siempre ha existido como ciclos normales de la tierra que ha sufrido calentamiento y enfriamiento, incluso antes de la de la revolución industrial que dio inicio a la emisión de contaminantes, es el nuevo jinete del apocalipsis que amenaza con destruir el planeta. Pero si los mayores contaminadores de la tierra son los seres humanos, pues entonces resulta lógico que hay que empezar por controlar los nacimientos y para ello es imprescindible atacar la institución de la familia, en primer lugar el matrimonio, al que con la inundación de anticonceptivos, se le ha despojado de su fin procreativo, haciéndolo ver como una esclavitud que coarta las libertades individuales y la realización de la mujer, así mismo se promueve el aborto, como un derecho, si es un derecho entonces no es un crimen y se puede realizar libre e impunemente.

Lo mismo, ha proliferado a nivel cultural no ya una tolerancia a la homosexualidad, sino una verdadera exaltación de la misma, cosa nunca acaecida en la historia humana, finalmente estas parejas no pueden procrear, se promueve la irracional ideología de género, con la que se pretende hibridar los sexos, que no son genéticos, sino que ahora son opcionales, cada quien decide, independientemente de su biología, ser lo que quiera ser, y el Estado tiene la obligación de aceptarlo, legislar a su favor, e incluso financiarlo. Y si la vida no se elimina al inicio, ahora se legisla la eutanasia para poder poner un punto final a los ancianos que no producen, resultan excesivamente caros para los gobiernos y estorbosos para los familiares.

El final de la pandemia está dando lugar al «Gran Reinicio», los objetivos satánicos están muy claros, las naciones deben mezclarse con la inmigración forzada, se empiezan a demoler las identidades nacionales, a destruir el valor de la patria, privando a los individuos de las libertades personales, cancelando la clase media productiva, propagando una ridícula y sentimental fraternidad universal, que huele más que nada a masonería, y usando el ecumenismo para la creación de una única religión mundial. Con el pretexto ideal de la vacuna se adoptan controles de salud a las poblaciones, y se pretende eliminar el uso del efectivo. Claro, todo esto se promueve como un fin de lograr una sociedad más justa, cuando en realidad es un perverso proyecto satánico.

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