Reflexión del Jueves Santo

Pbro. Crispín Hernández Mateos
Pbro. Crispín Hernández Mateos
  1. HABIENDO AMADO A LOS SUYOS, QUE ESTABAN EN EL MUNDO, LOS AMÓ HASTA EL EXTREMO

Dios es amor y el amor consiste en que Él nos amó primero y «nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados» (Cf. 1ª Jn 4, 8.10). Dios nos regala su gracia y su paz, a través de Jesucristo: «En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene; en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él.» 1ª Jn 4,9. El amor le hace entregarse a nosotros, es un amor que renuncia a sí mismo para darse a los demás, es como el grano de trigo sembrado en la tierra, que muere para dar fruto (Jn 12,24).  El mismo afirma que: «Nadie tiene amor más grande por sus amigos, que quien da la vida por ellos»Jn 15,13. El amor genera vida.

 

  1. EL SACERDOCIO ES EL MINISTERIO PASTORAL DE CRISTO

Jesucristo pasó toda su vida haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo (Cf. Hech 10,38). Su ministerio pastoral se centró en: anunciar el Reino, llamar a la conversión, perdonar los pecados y liberar del mal. Además, curó a muchos enfermos, dio libertad a los cautivos y anuncio el año de gracia del Señor (Lc 4,18-). Oró por sus apóstoles (Jn 17,9-26) e intercedió por ellos. Celebró la Última cena (Mt 26,26-30; Lc 22,15-20; 1ª Cor 11,23-25), y ofreció su vida como expiación de nuestros pecados (1ª Jn 2,2 y CATIC # 601 y 606). Es el sumo sacerdote que intercede por nosotros (Heb 4,14-15).

 

  1. LA EUCARISTÍA, CENTRO Y CULMEN DE LA VIDA CRISTIANA

Jesucristo, con la Celebración de la Última Cena, instituyó el sacramento de la Eucaristía o fracción del pan; mediante el cual, él se ofrece como víctima de propiciación por nuestros pecados (1ª Jn 4,10 y Rom 3,25).  La Iglesia nace y vive de la Eucaristía y a ella se ordena (EE # 01) La Eucaristía es «fuente y culmen de toda la vida cristiana» (LG 11). «Los demás sacramentos, como también todos los ministerios eclesiales y las obras de apostolado, están unidos a la Eucaristía y a ella se ordenan. La sagrada Eucaristía, en efecto, contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua» (PO 5). (Cf. CATIC # 1324)

 

  1. EL SERVICIO ES LA MISIÓN DEL CRISTIANO

Cristo llama a sus apóstoles para que estén con Él, para que compartan su vida y después los envía a predicar. La misión de la Iglesia es la misma de Cristo: “Ir y evangelizar a todas las naciones” Mt 28. Jesucristo nos llama a servir a ejemplo de él: “Yo no vine al mundo a ser servido, sino a servir y dar la vida por los demás” (Mt 20,27-28) El gesto del lavatorio de pies de Jesús a sus discípulos es un signo sensible que muestra una enseñanza sobre el servicio y sobre el valor de la dignidad del ser humano y la igualdad de las personas. Por tanto, más que imitar el gesto, este signo comporta una responsabilidad por el otro, es una respuesta humanizante a la actitud de autoridad y propiedad sobre el otro, significa reconocer la dignidad del otro en cualquier condición social que se encuentre, superar la indiferencia y la desigualdad humana.

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