Durante meses el culto público ha estado prohibido en muchos lugares o extremadamente limitado, pero tampoco se permitía realizar las celebraciones religiosas al aire libre. Sin embargo, la oficina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa ha pedido que de cara a esta Semana Santa y para “minimizar el riesgo” de contagios se celebren los actos religiosos en el exterior.
Tal y como recogen las agencias, la OMS ha indicado que «independientemente del lugar, cualquier servicio religioso debería celebrarse al aire libre siempre que sea posible o tener un tamaño y una duración limitados, con distanciamiento físico, ventilación, higiene de manos y uso de mascarillas, según proceda. Una opción es que las personas celebren con quienes viven, y no se reúnan con otros si se sienten mal o si deben permanecer en aislamiento o cuarentena», insisten.
Sobre las reuniones en interiores, recuerdan que incluso las más pequeñas pueden ser «especialmente arriesgadas porque reúnen a grupos de personas, jóvenes y mayores, de diferentes hogares, que pueden no seguir las mismas medidas de prevención de la infección».
«Limitar el tamaño del grupo y el tiempo que se pasa en el interior, y garantizar una buena ventilación son factores clave para reducir el riesgo de exposición a COVID-19″, detallan.
Si se organiza una reunión o evento pequeño, piden seguir las recomendaciones sobre el número máximo de participantes y tomar precauciones para evitar la propagación de COVID-19 entre los invitados. «Puede resultar incómodo llevar máscaras y mantenerse físicamente distante cuando se está cerca de amigos y familiares, pero hacerlo contribuye significativamente a garantizar que todos permanezcan seguros y sanos», defienden.
«La fe puede ser una fuente de apoyo, consuelo y orientación, especialmente en tiempos de COVID-19, y la primavera es rica en celebraciones religiosas, como la Pascua, la Semana Santa y el Ramadán. En la actualidad, todo el mundo experimenta una mezcla de frustración y esperanza, ya que la cobertura vacunal sigue siendo baja pero aparecen los primeros signos de impacto de la vacunación. Pero muchos países europeos se encuentran en medio de un grave resurgimiento de los casos, y en este momento de la pandemia no podemos permitirnos bajar la guardia y abandonar ninguna de las medidas de salud pública utilizadas hasta ahora», ha señalado la OMS en un comunicado.
El organismo entiende que resulta «difícil estar separado físicamente de los seres queridos durante otra festividad y que es duro no estar juntos para rezar o celebrar», pero recuerda que «las decisiones individuales durante estas fiestas religiosas no solo afectan a las personas cercanas, sino también a las comunidades».
Así, advierten de que existen «claros riesgos» asociados a cualquier aumento de las interacciones físicas. En cuanto a las celebraciones, apuntan que en los países en los que se está produciendo una transmisión comunitaria generalizada del virus «se debe considerar seriamente la posibilidad de posponer o reducir dichas reuniones».