En un artículo publicado en el Wall Street Journal, James Piereson y Naomi Schaefer Riley escribieron que Becerra, que actualmente es el fiscal general de California, tiene un historial de apoyo a las iniciativas destinadas a «utilizar el fisco para redirigir las donaciones caritativas hacia causas que él considera que valen la pena».
En particular, dicen, Becerra ha tomado medidas para intentar forzar a organizaciones como los centros de embarazo pro-vida y las agencias religiosas de acogida a violar sus principios.
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«Las organizaciones religiosas dirigen muchos de los hospitales, asilos, centros de ancianos, agencias de acogida y adopción, programas extraescolares y hospicios de Estados Unidos. El Sr. Becerra parece querer el poder de obligarles a dejar de lado sus principios en favor de su propia misión ideológica», afirman los autores.
«Tiene muchas opiniones de este tipo, muy fuera de la opinón mayoritaria de los americanos, y tendrá amplia discreción para actuar en favor de ellas como secretario de salud y servicios humanos».
Como fiscal general de California, Becerra ha tomado frecuentemente acciones legales contra organizaciones pro-vida y otros grupos religiosos. Los autores del artículo de opinión expresaron su preocupación de que en su probable nuevo cargo como jefe del HHS, Becerra usará su influencia para presionar a tales grupos.
El HHS tiene autoridad sobre una amplia gama de asuntos, incluyendo las agencias de adopción financiadas por el gobierno federal, la regulación de la píldora abortiva, el reasentamiento de refugiados, los esfuerzos contra el tráfico de personas, la salud mundial y la planificación familiar. El HHS trabaja con muchas organizaciones sin fines de lucro, afirmaron los autores.
Becerra ha dicho en el pasado que las exenciones fiscales para las fundaciones de beneficencia conducen a «donaciones desproporcionadas… sesgadas en contra de la gente de color», y que el gobierno tiene la obligación de asegurar que las exenciones fiscales de las que gozan las organizaciones de beneficencia sirvan a un bien público.
Se da la circunstancia de que la vicepresidenta electa de EE.UU, Kamala Harris fue al predecesora de Becerra al frente de la fiscalía general de California. Harris procesó al periodista David Daleiden por sus videos encubiertos en los que demostraba que Planned Parenthood se benefició ilegalmente del comercio de tejido fetal de bebés abortados. Becerra continuó acosando judicialmente a Daleiden.
Becerra también defendió el mandato de la administración Obama que obligaba a las empresas y organizaciones de todo tipo con empleados, religiosas o no, a cubrir los abortos en los planes de salud.
Con información de InfoCatólica