En su reciente “ Proclamación sobre el 850 aniversario del martirio de Saint Thomas Becket ”, el presidente Donald Trump no solo rindió homenaje a este “león de la libertad religiosa”, sino que también ofreció reconocimiento al cardenal Joseph Zen de Hong Kong por su «valiente e inspiradora» defensa de los católicos que sufren bajo la persecución de los comunistas chinos.
La proclamación especial vincula el asesinato en 1170 del arzobispo inglés como un factor causal que limita el poder del estado sobre la Iglesia en Occidente, incluso mediante una disposición especial en la Carta Magna de 1215, una fuente inspiradora y jurídica de la Declaración de Derechos de EE. UU.
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“La muerte de Thomas Becket sirve como un recordatorio poderoso y atemporal para todos los estadounidenses de que nuestra libertad de la persecución religiosa no es un mero lujo o accidente de la historia, sino un elemento esencial de nuestra libertad”, escribió Trump. “Es nuestro tesoro y herencia invaluables. Y fue comprado con sangre de mártires ”.
“Oramos por los creyentes religiosos en todas partes que sufren persecución por su fe. Oramos especialmente por sus pastores valientes e inspiradores, como el cardenal Joseph Zen de Hong Kong y el pastor Wang Yi de Chengdu, que son testigos incansables de la esperanza ”, dijo.
El cardenal Zen es mejor conocido por su aguda crítica a un acuerdo secreto del Vaticano de 2018 con China que le da al gobierno comunista ateo una voz en el nombramiento de obispos, entre otras concesiones. Zen calificó el acuerdo como una «traición increíble».
Desde entonces, se han confirmado las advertencias de los críticos de que la persecución empeoraría . También ha aumentado la persecución de otros cristianos e iglesias no registradas.
El cardenal Zen ha dicho que teme que el Papa Francisco haya sido engañado para alentar el «cisma» entre los católicos en China.
En julio de 2019, Zen pidió al Papa que defendiera a sus compañeros católicos perseguidos, y luego reveló que había enviado una carta al colegio cardenalicio suplicándoles que denunciaran el acuerdo, llamándolo el “asesinato de la Iglesia en China”. » También compartió con sus hermanos cardenales la “ dubia ” o preguntas que le hizo al Papa sobre las pautas pastorales que permitían el registro civil de los clérigos fieles con el gobierno comunista.
“Este documento”, escribió , “ha cambiado radicalmente lo que es normal y lo anormal, lo que es legítimo y lo que es lamentable. Quienes lo escribieron esperan que tal vez la minoría miserable muera de muerte natural «.
El propósito de la proclamación de Trump era enfatizar la necesidad de poner fin a tal persecución religiosa.
«Para honrar la memoria de Thomas Becket», escribió Trump, «los crímenes contra las personas de fe deben cesar, los presos de conciencia deben ser liberados, las leyes que restringen la libertad de religión y creencias deben ser derogadas, y los vulnerables, los indefensos y los oprimidos deben estar protegido. La tiranía y el asesinato que conmocionaron la conciencia de la Edad Media nunca deben volver a ocurrir. Mientras Estados Unidos se mantenga firme, siempre defenderemos la libertad religiosa.
“Una sociedad sin religión no puede prosperar. Una nación sin fe no puede perdurar, porque la justicia, la bondad y la paz no pueden prevalecer sin la gracia de Dios ”,
concluyó.
Articulo publicado en Life Site News/Patrick Delaney
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