El Gobierno socialista de Canarias ha gastado 12.082 euros en la organización de unas jornadas sobre «masculinidades igualitarias» donde se han celebrado charlas para tratar el tema desde distintos puntos de vista. Por ejemplo, el del «hombre blandengue».
El pasado 10 y 11 de noviembre tuvieron lugar diversas charlas en torno a la reflexión acerca de la masculinidad en el Espacio de la Artes de Tenerife. La celebración corrió a cargo del la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud del Gobierno canario y la entrada fue gratuita. Las charlas versaron acerca de la reflexión existente sobre la evolución de la masculinidad. Algo que, defienden, es básico para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres y desterrar el machismo.
La primera intervención la realizó el «activista LGTBIQ+ y trans-feminista» Álvaro Martín Moreno con el título de «Construyendo y TRANSformando nuestra propia masculinidad». Se revisaron los estereotipos y privilegios que marcan la construcción de las masculinidades en la actualidad y en momentos del pasado, tal y como explican en la página web de la actividad.
A continuación participó la psicóloga especialista en temas sexuales Isabel Duque. La «ciberactivista feminista» habló de los retos y oportunidades acerca del sexo y las masculinidades, y presentó una propuesta para «acompañar desde la escucha a las nuevas generaciones en su recorrido hacia la deconstrucción de los modelos obsoletos de la masculinidad tradicional».
También participó el escritor Roy Galán, ferviente defensor de Podemos (y socio de Podemos en el Gobierno de Canarias) desde sus comienzos, que desarrolló una charla sobre «el hombre blandengue» en relación a lo que él denomina las «disidencias en el origen del relato que ha imperado en la construcción de la masculinidad». Es decir, aquellos hombres que no encajan en la versión masculina tradicional.
El segundo día, el animador y licenciado en pedagogía Javier López habló de la ruptura entre las enseñanzas clásicas acerca del comportamiento del hombre y cómo combatirlas. La ponencia se celebró bajo el título de «Cómo nos hicieron hombres y algunas propuestas para evitarlo».
Además, participaron el bloguero Joaquim Montaner para hablar de los roles paternos en la crianza y los cuidados y, cerrando las jornadas financiadas por el Gobierno de Canarias, estuvo Lionel Delgado que trató la realidad del género, la desigualdad y «los privilegios» de los hombres.
Deconstrucción del hombre
El eje en torno al que gira la temática de estas jornadas es una de las estrategias usadas por el feminismo actual para crear una personalidad distinta a los hombres y evitar, según defienden, que desarrollen una actitud machista.
El Ministerio de Igualdad de Irene Montero invitó el pasado mes de noviembre a una de sus charlas a una asociación que impartía este tipo de cursos. En concreto, feminicidio.net ofrecía formación «para dejar de ser un machote». Su directora, Graciela Atencio, fue la encargada de participar en las charlas organizadas por el Ministerio sobre la violencia de género. La asociación, dedicada a luchar contra este tipo de violencia, cobraba hasta 150 euros por la formación «Masculinidades alternativas para dejar de ser un machote». Dicho curso buscaba que los hombres aprendiesen a «desobedecer roles y mandatos impuestos», objetivo muy similar a las charlas ofertadas por el Gobierno de Canarias.
«La deconstrucción de la masculinidad hegemónica heteropatriarcal es una responsabilidad imprescindible si queremos transformar la sociedad machista actual», afirmaban en la presentación del curso. «Como hombres hechos y socializados dentro del patriarcado disponemos de unos privilegios, esta socialización es aprendida y construida. Si podemos analizarla en profundidad, podemos luchar contra ella, rechazarla y no darle más poder socialmente»,
añadían.
Además, esta idea también se trató en uno de los ciclos de formación celebrados por las juventudes de Podemos el pasado año. Sin embargo, en esta charla no se permitió la entrada de hombres y la asistencia se reservó exclusivamente para mujeres.
Este tipo de marginación del varón se denomina «espacio feminista no mixto» y prohíbe la participación de los hombres a pesar de ser temas que también les incumben. Esta segregación tiene lugar en muchas de las actividades feministas donde se considera que en las asambleas, ante la presencia de hombres, «las mujeres, por muy de izquierdas que sean, observaban que su voz era acallada por la de los hombres».
Con esta motivación se reservan espacios únicamente para las mujeres para que no se sientan, según defienden estas teorías, cohibidas e invisibilizadas por la presencia de hombres. De este tipo de práctica también es defensora la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que celebra actividades dedicadas únicamente para la población femenina.
Con información de Ok diario/Raquel Tejero