Luego de pasar dos días en un estado muy grave y delicado, el obispo de la Diócesis de Aguascalientes, José María de la Torre Martín ha respondido bien a tratamientos que médicos a su cuidado le han aplicado para restablecer su dañada capacidad pulmonar.
Como lo hace de manera cotidiana, al ofrecer el reporte sobre el estado de salud del prelado, el vocero del Obispado, Rogelio Pedroza González, reconoció que su estado de salud es “muy grave”, pero con “sorprendente evolución”, en su funcionamiento pulmonar.
Pese a este pronóstico, que parece desalentador, este miércoles se recibió la buena noticia de que las lesiones pulmonares, derivadas del Covid-19, han comenzado a ceder y se tiene una evolución satisfactoria en el funcionamiento pulmonar, en tanto que los demás órganos afectados, como riñones, se reportan estables en su funcionamiento.
El pasado 5 de noviembre, el jefe de la Iglesia Católica en Aguascalientes presentó un cuadro de neumonía que le obligó a ser internado de urgencia en un hospital privado del norte de la ciudad, donde se le practicó una prueba PCR para detección de Covid-19, misma que resultó positiva. Al siguiente día, fue trasladado al Hospital Miguel Hidalgo, donde el domingo 8 hubo necesidad de intubarlo, condición en que permanece a la fecha.
Al cumplir 28 días encamado, el vocero diocesano pidió a los fieles, a través de los medios de comunicación, que no pierdan la esperanza ni dejen de orar por la recuperación del obispo De la Torre Martín.
El estado general este miércoles, explica, es de muy grave, pero con evolución favorable, al recuperarse satisfactoriamente su capacidad y funcionamiento pulmonares, situación que permite albergar esperanzas en una eventual recuperación.
Por otra parte, se dio a conocer que el sacerdote José Jaramillo, párroco emérito de Venadero, quien fue hospitalizado la semana pasada también a causa del Covid-19, permanece muy estable, pese a su edad, solo con oxígeno, sin necesidad de intubación, tiene plena conciencia, buen apetito y se espera que suba naturalmente la saturación de oxígeno.
Con información de El Sol de Centro/Mario Luis Ramos
