Violeta Bermúdez ha sido nombrada presidenta del Consejo de Ministros del Perú. Según Carlos Polo Samaniego, director de la Oficina para América Latina del Population Research Institute (PRI), la aceptación de una feminista en el Gobierno demuestra que Francisco Sagasti «no tiene ninguna intención de hacer un gobierno de consenso».
Luego de la juramentación como presidente del gobierno de transición, de Francisco Sagasti, declarado abortista y pro-LGTBI su nuevo gabinete está encabezado por Violeta Bermúdez.
En su hoja de vida en LinkedIn, se puede leer que se ha sido coordinadora adjunta de la ONG «Manuela Ramos» entre 1993 y 1995, y coordinadora general de la misma institución entre 1995 y 1997. Esta organización defiende los mal llamados «derechos» sexuales y reproductivos, y el enfoque de género.
Durante los años que ella fue coordinadora de esa asociación, el gobierno de Alberto Fujimori gestó la campaña de esterilizaciones forzadas.
Polo ha dicho al respecto: «En esos años, el Gobierno de Fujimori y Manuela Ramos, así como otras organizaciones feministas trabajaron coordinadamente. El Gobierno desarrolló el programa de Salud Reproductiva y Manuela Ramos empezó el proyecto «Reprosalud» por el cual recibieron 25 millones de dólares de USAID para aumentar la utilización de métodos de planificación familiar y otros servicios seleccionados de salud reproductiva en las áreas objetivo.
Pasó a ser coordinadora de Derechos Humanos en USAID en 1997, año en que empezaron las esterilizaciones». Durante la aplicación de este proyecto, se realizaron más de 300.000 esterilizaciones a mujeres entre 1996 y 1997 como medida de esterilización masiva sin consentimiento de las pacientes.
«Como cuenta con detalles la escritora feminista, Maruja Barrig en su libro “Persistencia de la Memoria. Feminismo y estado en el Perú de los 90”, Manuelas [feministas de la ONG] y Floras [feministas del Centro de Flora Tristán] se distanciaron, pues las manuelas continuaron con REPROSALUD sin criticar a Fujimori ni decir nada sobre las esterilizaciones. Mientras que las floras, que no recibieron una subvención similar, se dedicaron a denunciar las esterilizaciones junto con la Iglesia Católica, aunque por razones distintas.
Definitivamente, el nombramiento de Bermúdez como presidenta del Consejo de Ministros significa que Sagasti no tiene ninguna intención de hacer un gobierno de consenso» dijo Polo.
Bermúdez es abogada en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y magíster en Derecho Constitucional en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), donde además es profesora desde el 2013.
La Universidad Pontificia señala que la nueva ministra es «especialista en género, poblaciones vulnerables y políticas públicas, y tiene amplia experiencia en instituciones del sector público, privado y cooperación internacional en planificación, formulación, gestión, implementación, monitoreo y evaluación de proyectos y programas de desarrollo, particularmente en las áreas de democracia, gobernabilidad y derechos humanos con enfoque de género».
Ya en varias oportunidades anteriores Bermúdez ha expresado su apoyo a la ideología de género públicamente.
A pesar del rechazo de padres de familia y diversos colectivos de la sociedad civil, en el año 2019, la Corte Suprema de Perú falló a favor de la integración de nociones del «enfoque de género» en el currículo educativo.
La ideología de género o enfoque de género es una corriente que considera que el sexo no es una realidad biológica sino una construcción sociocultural.
Bermúdez ha criticado los fallos del Poder Judicial sobre la reproducción asistida.
La directora de la asociación personalista Origen, Giuliana Caccia, dijo: «lamentó que la premier, señora Violeta Bermúdez, es ideológicamente no solo afín sino promotora del aborto y de la ideología de género».
Aunque este gobierno es de transición, Caccia se declara preocupada:
«Una, en un afán de buscar la reconciliación, la lucha contra la corrupción, el control del COVID y la reactivación económica, quisiera tener una postura positiva y propositiva frente a las señales que empieza a dar el presidente Sagasti y creer que la postura ideológica con respecto a la vida y a la familia de parte de su Gabinete no influirá en los puntos esenciales en los que el Gobierno se debe centrar en 8 meses (salud, economía y elecciones). Sin embargo, por supuesto que preocupa ya que debemos ser capaces de ver cómo trabajan políticos, ONGs y comunicadores aquí y en otros países para impulsar sus agendas anti-vida.
Es precisamente la acción de copar los espacios de poder y silenciar al que piensa distinto, lo que permite allanar el camino para, sin mayor resistencia, implementar sus políticas directa o solapadamente.
Lo que a mí personalmente me ha preocupado más es ver cómo personas que son provida y/o cristianas no ven que la lucha contra el aborto y el género es precisamente política. Y claro, en sus posturas políticas anticorrupción —que son más que válidas, por supuesto— no contemplan que la ideología del que llega al poder se tratará de imponer.
En su momento, tendremos que salir a las calles como con la Marcha por la Vida, pero los medios claramente afines a la postura del Gobierno no convocarán, no llamarán a concurrir y, obviamente, ni las van a cubrir.
Entonces, el camino está listo. Si es que no lo legitiman, sí creo que echarán más abono para que tarde o temprano la cultura de la muerte ya sea legal en nuestro país. Y digo abono, porque las semillas ya están plantadas. No hay nada peor en esta batalla ideológica que la indiferencia, la ignorancia y la ingenuidad de los mismos provida», expresó.
Con información de InfoCatólica