En su primer mensaje como obispo de la Diócesis de Ciudad Obregón, Felipe Pozos Lorenzini instó a los sacerdotes a que caminen juntos en sinodalidad, que juntos puedan escucharse para lo cual los invitó a bajar 20 rayas a su orgullo y él 80.
Y tal como se esperaba este pasado sábado Monseñor Felipe Pozos tomó posesión como Obispo de la diócesis de Ciudad Obregón en un evento celebrado en Catedral donde acudieron representantes de la grey católica de Puebla y alrededor de cien invitados representantes de todos los municipios del Estado e integrantes de los pueblos indígenas del Estado.
Fue el Nuncio Apostólico Franco Coppola quien entregó a Monseñor Felipe Pozos el báculo invitándolo a ocupar la sede de Catedral con lo cual se convirtió en el VII obispo de Ciudad Obregón, siendo su pracción la renovación de compromisos con los sacerdotes presente. Previamente Monseñor Pozos mostró a los obispos congregados así como a la comunidad reunida la carta por medio de la cual el Papa Francisco lo nombró obispo de Ciudad Obregón.
En el mensaje del Nuncio Apostólico al nuevo obispo le pidió mantener tres atenciones; la primera con los sacerdotes, la segunda con el pueblo de Dios para quien pidió acercarse a las familias y la tercera con los jóvenes quienes representan la esperanza y de quienes se requiere su capacidad de soñar y la iglesia cuidar.
El representante del Papa en México pidió acercarse al mundo con la humildad del que tiene que aprender y hacerlo de la familia, de los jóvenes y de las mujeres.
En su primer mensaje y tras agradecer la presencia de las autoridades eclesiásticas y presentes, el nuevo obispo les dijo que viene acompañar y servir a los sacerdotes.
«Hermanos después de lo que ha predicado el señor arzobispo de las cualidades que pedía San Pablo en su carta a los pastores, después de lo que ha pedidos los cinco compromisos de un obispo en el Evangelio, ¿cómo me siento? totalmente débil y frágil, entonces los invito hermanos sacerdotes, ustedes son los colaboradores del orden episcopal. Vengo a acompañarles a serviles y a ser en conjunto con ustedes a recorrer este pequeño espacio de la gran historia de la salvación. Un obispo no puede nada, absolutamente nada sin sus pastores, sin sus presbíteros, ustedes son los que llevan el peso del día y del calor, vengo a que caminemos juntos en sinodalidad y que no sea un eslogan, que no se una frase solamente, sino que verdaderamente seamos un iglesia que juntos nos escuchemos y para esto, ustedes tienen que bajarles 20 rayas a su orgullo y yo 80 si? para caminar juntos»,
manifestó.
Con infroamción de TVP
