Información de agencia ANSA:
En el Vaticano se esperan aumentos de salarios
Luego de los recortes del fallecido Francisco, nuevos vientos
Lo que hasta ahora eran solo rumores se ha convertido en un runrún insistente: a corto plazo, los salarios de los empleados del Vaticano podrían aumentar.
Esto ya no es una simple indiscreción ni un murmullo recurrente.
Aunque no haya confirmación, sobre todo a nivel oficial, quienes han podido investigar más a fondo el asunto descubrieron que algo de cierto podría haber.
En otras palabras, el Papa León XIV querría continuar con el cambio iniciado al principio de su pontificado al restablecer el bonus-Cónclave de 500 euros para todos los empleados que había sido abolido por su predecesor, el Papa Francisco, como signo de una mayor respuesta a las necesidades de los pobres.
Aquella señal fue muy bien recibida por los trabajadores del Vaticano. Pero si en caso de que se tratara de «un tantum», la temporada de recortes y restricciones para los empleados del Vaticano podría quedar definitivamente atrás.
Por otra parte, existe la intención de echar mano de los propios bolsillos, si es cierto que solo esa donación para el Cónclave, multiplicado por los 3.500-4.000 empleados vaticanos, supuso un gasto de entre un millón y medio y dos millones de euros.
Ahora se habla de la posibilidad de que los salarios básicos en el Vaticano experimenten un aumento promedio del 10 %: no de forma lineal, sino modular, con una mayor participación para quienes ganan menos y proporcionalmente menor para quienes ya ganan más. Incluso se habla de la posible recuperación del período de antigüedad de dos años, cancelado en los últimos años, pero al respecto hay menos confirmación, ya que su aplicación contable es más compleja.
Los medios de comunicación llevan mucho tiempo hablando de un «rojo» en las arcas del Vaticano: la cifra de 70 millones es recurrente, pero hasta ahora no está certificada por ningún balance, ya que la Santa Sede no ha publicado presupuestos ni informes desde hace al menos un par de años.
¿En qué se basa este déficit? El Papa Francisco nunca dejó de lamentarse, incluso en los últimos tiempos, por la necesidad de reducir gastos, recortar gastos superfluos y también por los riesgos que correría el fondo de pensiones del Vaticano (de nuevo, sin ninguna certificación que lo demuestre y, en cualquier caso, sin perjuicio de la posibilidad de un recálculo general).
Lo cierto es que la línea «pauperista» del difunto pontífice generó un descontento cada vez mayor entre los empleados, que se sintieron injustamente penalizados, un mal humor que contaminó el aire en las sofocantes salas del Vaticano. Y el actual Papa es muy consciente de este descontento, tras haber dirigido un Dicasterio de la Curia durante más de dos años, un año crucial como el de los obispos.
Por lo tanto, su intención sería poner fin a este estado de insatisfacción, destinando recursos, siempre que sea posible, a complementar los emolumentos. Recientemente, ya se había producido un desbloqueo de los ascensos en los Dicasterios que permanecían bloqueados, con una nueva asignación de «niveles».
Pero la intención es hacer más. Prevost sabe bien que un clima de trabajo sereno es necesario en la Curia, sin recriminaciones ni quejas. Y la concesión del bonus-Cónclave se interpretó como una señal de un «cambio de clima» y del deseo de cambiar de registro.
«La mejor manera de servir a la Santa Sede es intentar ser santos, cada uno según su estado de vida y la tarea que le ha sido confiada», dijo el Papa el lunes pasado en la Misa del Jubileo de la Santa Sede. Empero, hay poco que pedir a la «santidad» cuando los destinatarios del mensaje tienen dificultades para mantener a sus familias, especialmente a las que tienen hijos en edad escolar. Por consiguiente, se esperan novedades.
CIUDAD DEL VATICANO.
SECRETUMMEUMMIHI.