El Magisterio es el poder conferido por Jesús a la Iglesia para que sea depositaria e intérprete de la Revelación.
- Depósito como protección de la Verdad.
- La interpretación como actualización de la Verdad.
En la protección de la Verdad, el Magisterio sabe bien que ésta no está a su disposición, es decir, pertenece a Dios mismo.
En la interpretación de la Verdad, el Magisterio sabe bien que la Verdad debe ser actualizada sin modificar su sustancia.
San Agustín dice a los donatistas:
¡La Iglesia del mundo entero está segura en sus juicios sobre la Verdad! (Securus iudicat orbis terrarum: Contra Epistolam Parmeniani 3,3).

CORRADO GNERRE.