En medio de la indiferencia de sus «hermanos obispos» de todo el mundo, el obispo Peter Shao Zhumin fue detenido de nuevo por el régimen chino el 10 de abril por su pertenencia a la Iglesia clandestina [= católica].
La detención impide al prelado celebrar la Semana Santa. El obispo fue detenido junto con su ayudante, el padre Jiang Xu Nian.
Se desconoce su lugar de detención. El prelado ha sido detenido varias veces en el pasado. Estas detenciones suelen tener lugar en vísperas de grandes celebraciones litúrgicas como Navidad, Pascua, la Asunción y el Día de Todos los Santos.
Su último arresto se remonta al 7 de marzo, cuando fue detenido por celebrar una misa «ilegal». También fue multado con 200.000 yuanes chinos (27.500 dólares) por celebrar una misa el 27 de diciembre con motivo de la apertura del Año Jubilar 2025.
El obispo Peter dirige la diócesis de Wenzhou como obispo clandestino, no como funcionario de la Asociación «Católica» Patriótica China, aprobada por el régimen, que -no es de extrañar- es el interlocutor preferido del actual régimen en el Vaticano.
El régimen chino no reconoce a monseñor Peter y ha nombrado al padre Ma Xianshi, funcionario de la Asociación Patriótica, al frente de la diócesis.
Monseñor Peter fue detenido por primera vez por la policía china en 2016, impidiéndole asistir al funeral de su predecesor.
La persecución de los católicos en China se ha disparado desde la firma del acuerdo secreto sino-vaticano, renovado por otros cuatro años el pasado otoño.
El cardenal de Hong Kong, Joseph Zen, ha señalado que este acuerdo es una «traición» a los católicos chinos que han permanecido leales a «Roma» y se han resistido a las exigencias de Pekín de unirse a la Iglesia del Partido.
PEKIN, CHINA.
ESNEWS.
