El Reloj de la Pasión: las confidencias de Jesús a Luisa Piccarreta

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* Los sufrimientos más íntimos de nuestro Señor, el modo de consolarlo, el valor de la cruz y la sangre derramada por Jesús.

* Vivamos esta Semana Santa con la ayuda de la Vigilia de la Pasión , un libro de Luisa Piccarreta que San Pío X recomendaba leer de rodillas.

«Mientras conversaban entre ellos, el padre Aníbal María di Francia quiso presentarle el libro Las Horas de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo que estaba distribuyendo. Luego leyó al pontífice algunas páginas del libro, precisamente de la Hora de la Crucifixión. Cuando llegó a un cierto punto de la lectura, el Papa lo interrumpió y le dijo:

Padre, este libro hay que leerlo de rodillas: ¡es Jesucristo quien habla!».

El Papa en cuestión era San Pío X y las revelaciones que le leía el fundador de los Rogacionistas eran las de Jesús a Luisa Piccarreta (1865-1947).

Hija mía, me complacen mucho quienes siempre reflexionan sobre Mi Pasión, se compadecen de Ella y se compadecen de Mí, porque Me siento consolado por todo lo que sufrí durante el curso de Mi Pasión. Estas son las palabras de Jesús relatadas directamente en su Diario  en 1906 por la gran mística de Apulia y sierva de Dios. En El Reloj de la Pasión (Edizioni Segno, pp. 242), Piccarreta recoge las confidencias del Señor que le hace meditar hora tras hora el misterio de la Redención. Mientras contempla la Pasión de su Hijo, reza así: «Gracias y te bendigo por cada gota de Sangre que derramaste, por cada aliento, latido, paso, palabra, mirada, y por cada amargura y ofensa que soportaste. Por todo, oh Jesús mío, quiero marcarte con un Gracias y un Te Bendigo.

A propósito de la tierna despedida de Jesús a su Madre, escribe : 

Pero la palidez de tu rostro, tus labios temblorosos, tu voz apagada como si quisieras romper a llorar al despedirte de ella, ¡ah, todo me dice cuánto la amas y sufres al dejarla!

Pero para cumplir la Voluntad del Padre, con vuestros Corazones fundidos uno en el otro, os sometéis a todo, queriendo enmendar a aquellos que, por no vencer la ternura de los parientes y amigos, e incluso los legítimos y santos vínculos y afectos, no se preocupan de cumplir la Santa Voluntad de Dios y de corresponder al estado de santidad al que Dios los llama.

¡Qué dolor no te dan estas almas al rechazar de su corazón el amor que Tú quieres darles, para contentarse con el amor de las criaturas!

Durante la contemplación de la Última Cena, a propósito del milagro de la Eucaristía , Piccarreta ora así:

Oh Jesús, mientras permanezco en tu Corazón, dame también a mí el alimento, como lo diste a los apóstoles: el alimento del amor, el alimento de tu divina palabra, el alimento de tu Divina Voluntad. Oh Jesús mío, no me niegues nunca este alimento que Tú mismo tanto deseas darme, para que tu misma vida se forme en mí.

Respecto al sudor de sangre en el Huerto de los Olivos , más que la conciencia de lo que tendrá que sufrir, es el dolor por la pérdida eterna de tantas almas lo que hace sufrir a Jesús:

Hija mía, aférrate a mi Corazón y participa en mis dolores y en mis reparaciones. El momento es solemne: debe decidirse mi muerte o la muerte de todas las criaturas.

En este momento dos corrientes están entrando en mi Corazón.

En una hay almas que si me quieren muerto es porque quieren encontrar en Mí la vida; y así, al aceptar Yo la muerte por ellos, son liberados de la condenación eterna y las puertas del Cielo se abren para recibirlos.

En la otra corriente hay quienes Me quieren muerto por odio y para confirmar su condenación, y mi Corazón se desgarra y siente la muerte de cada uno y las mismas penas del infierno! ¡Ah! Mi corazón no puede soportar estos amargos dolores; Siento la muerte en cada latido, en cada respiración y sigo repitiendo:

¿Por qué se derramará tanta Sangre en vano? ¿Por qué mis sufrimientos serán inútiles para tantos?

Contemplando al Rey azotado y coronado de espinas a lo largo de la Vía Dolorosa , Piccarreta pide entonces a Jesús en la oración:

Te ruego que corones mi cabeza y cada pensamiento mío con la corona del Amor. Os ruego, oh Jesús, que azotéis mi alma, mi cuerpo, mis potencias, mis sentimientos, mis deseos, mis afectos, todo, con el azote del Amor, y en todo sed azotados y sellados por el Amor.

El Divino Maestro revela entonces a su alma amada el valor inestimable de la cruz :

Santa Cruz, tú fuiste el fin de mis deseos, la finalidad de mi existencia aquí abajo. En ti concentro todo mi ser, en ti pongo a todos mis hijos, y serás su vida y su luz, su defensa, su tutela, su fuerza; Los ayudarás en todo y los conducirás gloriosamente al Cielo.

Jesús explica lo importante que es meditar en sus dolores:

Siempre que el alma piensa en mi Pasión, recuerda lo que he sufrido, se compadece de mí, la aflicción de mis dolores se renueva en ella, mi sangre sube para inundarla, mis llagas se ponen en camino para sanarla si está herida, o para embellecerla si está sana, y todos mis méritos para enriquecerla».

Por otra parte, observa Luisa:

Estas gotas de Sangre no dicen otra cosa que almas. En cada gota veo pulular almas de todos los siglos, para que a todas nos contuvieras en Ti, oh Jesús. Pues bien, por el poder de esta Sangre, te pido que nadie vuelva a escapar de Ti. Por lo tanto, respecto a las palabras pronunciadas por el Hijo en la cruz, «más que el abandono del Padre, es la pérdida de las almas que se alejan de Ti lo que hace que este doloroso lamento escape de tu Corazón».

En resumen, la obra de Piccarreta es verdaderamente una mina de perlas espirituales que debemos conservar en nuestro corazón, mientras contemplamos a qué gran coste fuimos redimidos, según el maravilloso plan de amor del Padre. De ahí la esperanza de que cada creyente haga suya esta invitación que le dirige el Señor:

Hija mía, te has anticipado a mi amor, ésta es mi Voluntad: que todos los que me aman permanezcan crucificados conmigo. ¡Oh sí! Ven y acuéstate conmigo en la cruz: te haré vida de mi vida y te guardaré como amado de mi Corazón.

Fabio Piedmont

Por FABIO PIEDMONT.

LUNES 14 DE ABRIL DE 2025.

CIUDAD DEL VATICANO.

LANUOVABQ.

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