A una semana de haber sido hospitalizado, debido al coronavirus Covid-19, el obispo de la Diócesis de Aguascalientes, José María de la Torre Martín se reporta grave pero estable.
El vocero del Obispado, Rogelio Pedroza González, explica que luego de una leve mejoría, durante los primeros días de la semana, la salud del prelado se mantiene sin cambios, en un estado de gravedad que afortunadamente no ha empeorado.
Hizo un llamado a los fieles católicos para mantenerse en oración por su recuperación, al tiempo que en todas las parroquias se pide por su salud, tanto durante las mismas, como mediante horas santas y rezo del Rosario.
Al mismo tiempo, se dio a conocer, a través de la circular número 238 30/2020, signada por el vicario general de la Diócesis, Javier Cruz Muñoz y el secretario canciller, Daniel Escobedo Torres, mediante la cual se da a conocer el acuerdo al que se ha llegado con la totalidad de los alcaldes del estado, a efecto de tomar algunas acciones ante el recrudecimiento de la contingencia sanitaria.
Dentro de estas medidas, se tomó la determinación de abrir la posibilidad de reagendar misas de celebración de bodas o XV, años, siempre y cuando así lo determinen los interesados, a los que no podrá obligárseles.
Las diferentes ceremonias de este tipo que se tienen ya agendadas, pueden celebrarse con la aplicación estricta de los protocolos de sanidad y fijar, de acuerdo con los interesados, un número máximo razonable de personas que pueden asistir a la celebración.
El documento establece que, pese a la pandemia, no se puede dejar a los fieles sin los auxilios espirituales, sin embargo, éstos deben llevarse a cabo con el debido cuidado y todas las precauciones para minimizar contagios.
Asimismo se determina suspender, hasta nuevo aviso, la Visita Pastoral, la entrega canónica de las parroquias y las reuniones plenarias del presbiterio, no así las reuniones decanales; las fiestas patronales deberán limitarse a la celebración de la Santa Misa, adoración Eucarística y rezo del Rosario.
Finalmente, se establece que la catequesis no puede detenerse y, en tal virtud, deben buscarse los medios adecuados no presenciales para, en acuerdo con padres de los menores catequistas, se pueda continuar con la misma.
No será posible llevar a cabo celebraciones o fiestas populares al exterior de los templos.
Con información de El Sol del Centro/Maria Luis Ramos
