Las masacres de las minorías alauita y cristiana en Siria son un «crimen terrible» y un «genocidio», declaró el arzobispo de Homs, Jacques Mourad, durante SU visita a Alemania.
El propio arzobispo Mourad fue rehén del Estado Islámico durante cuatro meses en 2015.
Los informes cifran el número de muertos en 1.500, entre ellos más de 1.000 civiles, mujeres y niños.
El gobierno actual, dirigido por Ahmed al-Sharaa, es el responsable, dijo monseñor Mourad.
Cree que la vecina Turquía también es responsable de los excesos de violencia:
Turquía comparte la responsabilidad porque las fronteras con Siria están abiertas a la altura de Idlib. Por allí pasan los militares, estos grupos fanáticos, para llevar a cabo estas masacres».
Pide ayuda a la «comunidad internacional» y sobre todo a la ONU como supuesta «fuerza de mantenimiento de la paz».
Para el arzobispo Mourad, todos los acuerdos, incluido el reciente con los kurdos, son «teóricos; lo que importa es evaluar su aplicación».
La prioridad sigue siendo satisfacer las necesidades básicas de la población: agua potable, electricidad, salarios.
Entre los factores críticos, hay dos que le preocupan especialmente:
- las sanciones internacionales
- y la injerencia israelí a través de ataques aéreos e incursiones en territorio sirio:
Hay factores internos y externos que dificultan la recuperación, especialmente los ataques diarios de Israel. Todo esto ocurre sin que intervenga la comunidad internacional, ni la ONU ni la Unión Europea».
Por el contrario, es crucial detener estos ataques contra Siria. Porque la cuestión es si la comunidad internacional quiere la paz para Siria o si quiere alimentar la escalada y la guerra y complicar la vida de los sirios. Desde esta perspectiva, una Siria destruida y dividida parece serles útil. Pero si preguntamos a la gente, todos dicen que quieren una nación única y unida, que pueda vivir en paz.»
BERLIN,ALEMANIA.
JUEVES13 DE MARZO DE 2025.
ASIANEWS/ESNEWS.