¿Cómo se vence la tentación?

Pbro. José Manuel Suazo Reyes

El evangelio que escucharemos en este primer domingo de cuaresma (Lc 4, 1-13) habla de las tentaciones que Jesús tuvo en el desierto. Luego de cuarenta días Jesús fue tentado por Satanás, se le propone utilizar su condición de Hijo de Dios en beneficio propio; dejarse llevar por estas tentaciones hubiera significado abandonar el proyecto de Dios y dejarse seducir por la conveniencia. Jesús supera todas las pruebas porque se mantiene fiel a su Padre y con ello nos enseña cómo vencer las tentaciones.

Este pasaje evangélico nos ayuda a reflexionar en primer lugar sobre el significado bíblico del desierto. El desierto es el lugar de la prueba, allí fue tentado también el pueblo de Dios y allí sucumbió y lo mismo le sucede a uno si no se mantiene en comunión con el Espíritu del Señor, el desierto puede convertirse en su propia ruina. En la experiencia dura del desierto, Satanás aprovecha cualquier situación de necesidad para apartar de Dios a sus hijos y engañarlos con seducciones atractivas. Pero el desierto es además el espacio adecuado para para purificarse de falsas seguridades, y con la ayuda de la gracia, vivir también un encuentro con el Señor. Es lo que nos enseña San Lucas con esta experiencia de Jesús. En el desierto Jesús venció la tentación.

Es importante observar los pasos que sigue Jesús para superar la tentación:

Lo primero que aparece es que Jesús da la primacía a Dios. Así lo revela cuando señala que al único que hay que adorar y servir es a Dios, porque todos los demás valores son relativos. Todas las cosas conservan un valor pero comparadas con Dios pasan a segundo término. Dios es un valor fundamental y no es negociable. Jesús superó las tentaciones porque le dio a Dios el primer lugar.

Lo segundo que nos enseña este pasaje bíblico es que para vencer la tentación y no caer en sus atractivas ofertas, es menester no ponerse a dialogar con ella. Ante la tentación uno debe ser drástico y decidido. Pues cuando se conversa con ella, como sucedió en el Edén a Eva, uno termino vencido y alejándose de Dios. La tentación se vence cuando se le trata como Jesús de forma drástica.

Por último una enseñanza más de este pasaje evangélico es el valor que tiene la Sagrada Escritura para el creyente. Cuando se presenta la tentación uno tiene en la Sagrada Escritura un recurso importante para derrotarla. Como Jesús que a cada tentación que le va poniendo el demonio, el cita pasajes bíblicos para desarmar los argumentos de Satanás. En la Sagrada Escritura tenemos un apoyo fundamental para superar las tentaciones. La Biblia encierra un tesoro de sabiduría y hace sabio al que la lee y profundiza.

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Párroco en San Miguel Arcángel, Perote, Veracruz.
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