Caminante-Wanderer conoce las razones de la repentina dimisión de monseñor Carlos Domínguez, obispo de San Rafael, Argentina.
Oficialmente, se fue por «motivos personales», lo que Caminante considera poco probable, ya que Domínguez desapareció sin despedirse y voló o huyó a Roma inmediatamente después de una reunión con el nuncio en Buenos Aires.
Caminante escribe que se trataba de un caso de abuso sexual – «y con ello me refiero a actos de naturaleza sexual cometidos sin el consentimiento libre y válido de la víctima»- en el que estaban implicados tres jóvenes adultos, pero no dice si los acusadores eran hombres o mujeres, pero el asunto era probablemente de naturaleza homosexual.
Considera que uno de los actos presuntamente cometidos por el obispo Domínguez conlleva la excomunión latae sententiae (automática) reservada a la Santa Sede. En el caso de los acusadores adultos, se trataría de un caso en el que la parte perjudicada carece habitualmente de uso de razón.
En la Iglesia de Francisco, sin embargo, la excomunión está reservada exclusivamente y sólo para los sacerdotes pobres que no hicieron más que cuestionar la validez de su papado.
Las acusaciones contra Domínguez se produjeron en los primeros días de febrero en la diócesis de San Rafael, y luego fueron remitidas a la sede metropolitana de Mendoza, que dirige el activista homosexual Marcelo Colombo, defensor de «quienes viven una identidad sexual en tensión con la Iglesia».
Mientras tanto, Francisco ha nombrado al mismo activista homosexual administrador apostólico de San Rafael.
Según Caminante-Wanderer, «la maquinaria del encubrimiento se ha puesto descaradamente en marcha una vez más». Dicho de otro modo: Los acusadores se quedarán sin justicia y el presunto autor no será juzgado ni castigado.
«Para los amigos todo, para los enemigos [percibidos] ni siquiera la justicia».
BUENOS AIRES, ARGENTINA.
DOMINGO16 DE FEBRERO DE 2025.
ESNEWS.
