Para comprender cuáles son los medios para fortalecer la virtud de la prudencia , debemos tener siempre presente el estado del alma , es decir, en qué situación se encuentra el alma: si es todavía principiante , si ya es competente o tiene conocimientos. alcanzó un estado de perfección .
Los principiantes , es decir , aquellos que se preocupan por mantener la gracia y no volver a caer en el pecado, deben intentar:
- Y evitad los pecados contrarios a la prudencia . Por ejemplo, tendrán que pensarlo detenidamente antes de tomar alguna decisión importante, sin dejarse llevar por los ímpetus y el capricho; en una palabra, deberán guiarse por la razón iluminada por la fe.
- Tendrán que considerar las consecuencias de cualquier decisión; es decir, los pros o los contras.
- Tendrán que perseverar en las buenas intenciones , sin caer en la inconstancia y la negligencia.
- Tendrán que guardarse cuidadosamente de la prudencia de la carne, que continuamente ofrece pretextos para empujarnos a abandonar el exacto cumplimiento del propio deber por miedo a dañar el propio bienestar.
- Tendrán que abandonarse a la Divina Providencia, es decir, tendrán que vivir el día tras día sin preocuparse excesivamente por el mañana.
- Deben dirigir siempre todas sus acciones hacia el fin recto , recordando que todo hombre es creado ante todo para dar gloria a Dios.
Los competentes , es decir los que tienden a perfeccionarse, además de intensificar lo que ya tienen que hacer los principiantes , tendrán que intentar elevar los motivos de su prudencia. Entonces:
- Tendrán que preocuparse más por la gloria de Dios que por su salvación.
- Tendrán que luchar contra la prudencia de la carne, yendo más allá: practicando, por ejemplo, la mortificación y la penitencia.
- Tendrán que obedecer dócilmente a las inspiraciones internas de Dios que los llama a una vida más perfecta, renunciando a todo lo que distrae y disipa, y así entregarse totalmente a su propia santificación.
El perfecto practicará en grado heroico la virtud de la prudencia , movido por el Don del Consejo que inspira en las situaciones individuales.

CORRADO GNERRE.
ITRESENTIERI.