* En un discurso ante una delegación de Mongolia, Francisco elogió lo que llamó la «rica herencia religiosa» del budismo, sin llamar a los budistas a convertirse a la Iglesia católica
El Papa Francisco aplaudió el “profundo” renacimiento religioso budista de la Mongolia postsoviética sin mencionar a Jesucristo ni ningún llamado a la conversión al catolicismo, en su reciente discurso a los delegados del país.
“Al recuperar las prácticas espirituales tradicionales e integrarlas en el desarrollo de la nación, Mongolia ha recuperado su rico patrimonio religioso”, afirmó Francisco en referencia al budismo, que es con diferencia la religión mayoritaria en el país. Esta práctica religiosa no reconoce a Dios como Creador, y mucho menos a Jesucristo.
Durante el reinado del comunismo en el país, de 1924 a 1992, el budismo fue brutalmente reprimido, junto con otras religiones del país, y experimentó un resurgimiento después del colapso de la Unión Soviética a finales de 1991.
Francisco se ha reunido muchas veces con budistas y ha elogiado su religión sin llamarlos a convertirse al catolicismo, descuidando así lo que la Iglesia ha reconocido históricamente como parte esencial del verdadero ecumenismo, ya que es un dogma que “fuera de la Iglesia no hay salvación”. Cristo Jesús dijo: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie viene al Padre sino por Mí” (Juan 14:6).
En lugar de llamar a los budistas a la conversión, Francisco expresó el deseo de que su encuentro con el Dicasterio para el Diálogo Interreligioso “sirva como una oportunidad para profundizar la cooperación en la promoción de una sociedad fundada en el diálogo, la fraternidad, la libertad religiosa, la justicia y la armonía social”. No dio más detalles sobre cómo los budistas y los cristianos pueden compartir una visión de la “justicia” si no comparten una comprensión de la ley moral.
Bajo el gobierno de Francisco, el Vaticano ha llegado al extremo de participar en coloquios budistas-cristianos religiosamente indiferentes y, en 2023, el Vaticano emitió una declaración contraria a las enseñanzas de la Iglesia y a las Escrituras que ponía a Jesucristo y a Buda en el mismo nivel al declarar: “Como budistas y cristianos, vemos a Buda y a Jesús como grandes sanadores”.
Esta es una falsedad flagrante y flagrante, ya que el hombre conocido como Buda no reconoció a Dios, no puede ser llamado de otra manera que un falso profeta y, por lo tanto, no puede ser un verdadero “sanador”.
Durante su encuentro con la delegación budista de Mongolia, Francisco también elogió su “compromiso con la libertad religiosa y el diálogo entre las diferentes denominaciones religiosas” por “cultivar un espacio de respeto mutuo para todas las tradiciones”.
Lejos de compartir la estima de Francisco por la “libertad religiosa”, la Iglesia Católica tiene una larga historia de rechazar esta idea como contraria al deseo de Cristo de que todos los hombres se salven.
El Sílabo de errores del Papa Pío IX condena como errónea y herética la noción de que “todo hombre es libre de abrazar y profesar aquella religión que, guiado por la luz de la razón, considere verdadera”.
En su encíclica Libertas de 1888 , el Papa León XIII también declaró que es “contrario a la razón que el error y la verdad tengan iguales derechos”.
Inicialmente, sólo la página X de la Iglesia Católica en Mongolia compartió la noticia de la reunión de los budistas mongoles con Francisco, mientras que el discurso del Pontífice a la delegación permaneció inédito en el sitio web del Vaticano, y la reunión no fue incluida en su calendario del día, como señaló el corresponsal senior del Vaticano de LifeSiteNews, Michael Haynes.
Al día siguiente, 17 de enero, se modificó el boletín del día de la reunión y se publicó su discurso.
Por EMILY MANGIARACINA.
CIUDAD DEL VATICANO.
MARTES 21 DE ENERO DE 2025.
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