En 1980 el que esto escribe fue responsable de coordinar a los grupos de personas que hicieron posible el Censo de Poblacion y Vivienda. En el análisis de la logística se consideró que era necesario contar con el apoyo de las instituciones de importancia mediática, para que influyeran en la poblacion para recibir a los funcionarios censales y proporcionarles la informacion requerida. Eran importantes la televisión y los periódicos, de los que obtuvimos un valioso apoyo.
En una conversación con el Obispo de Cuernavaca de ese entonces, Sergio Mendez Arceo, sobre la posibilidad de recibir un apoyo de la Iglesia, me sugirió contactarme con las autoridades de la Iglesia Católica, concretamente con el Cardenal Corripio Ahumada. Así lo hice.
El resultado de ese encuentro fue que en todo el país, en todas las iglesias, en la misa dominical, el párroco correspondiente explicaba la importancia de tener los datos censales para la planeación de las políticas públicas y privadas.
Con el apoyo de los medios de comunicación, de la Iglesia, de las autoridades estatales y municipales se tuvo un buen censo y además de bajo costo.
Ahora se avecina el día de la Vírgen de Guadalupe en condiciones sanitarias muy desfavorables por la pandemia. LLegarán miles de personas a la Ciudad de México, por lo que resulta conveniente continuar con las recomendaciones de evitar los tumultos que son fuente de contagio. La cuestión es la coordinación con las autoridades eclesiásticas para tomar conciencia del peligro.
Es pertinente que los párrocos enfaticen en las precauciones que debemos tener para evitar contagios: cubrebocas, sana distancia y lavarse las manos con frecuencia. Esto que parece fácil de hacer se ha tornado difícil por la ignorancia, el machismo y la irresponsabilidad. Además de los programas televisivos, es necesario realizar un esfuerzo institucional y de la sociedad para que quede claro que la pandemia es peligrosa y mata. Los 41 millones de contagios en el mundo no pueden ignorarse, 870,000 contagios en México y 90,000 muertos es para preocuparse.
Pedir apoyo a la Iglesia va más alla de cuestiones ideológicas. Se trata de evitar que las personas se enfermen.
Ante la pandemia que estamos padeciendo lo mejor es sumar, crear un gran consenso nacional alrededor del reconocimiento de que se necesita de la sociedad y de las instituciones para superarla.
En Estados Unidos, en donde el Presidente Trump ha sido reacio a la adopción de una política nacional contra la pandemia, los gobiernos locales han tomado la iniciativa de enfrentarse a ella en base al sustento legal que tienen. Asimismo han surgido iniciativas municipales y de la sociedad civil que contribuyen en la tarea de alertar sobre los peligros y las medidas defensivas necesarias. Se trata de la comprensión colectiva de los riesgos.
Con información de El Financiero/Sergio Mota Marín
